Además de estos dos, también están 100% certificados el atún de Isla de Pascua; la langosta de Juan Fernández: la sal de Cahuil, Lo Valdivia y Boyeruca; y la uva de mesa de Fresh Atacama. Entre los productos chilenos que pronto saldrán al mundo con nombre y apellido gracias al “Sello de origen”, iniciativa que busca proteger y potenciar comercialmente productos característicos de nuestro país, se encuentra el cordero magallánico. A éste se le sumarán el cordero chilote, la alfarería de Pomaire, maíz de Lluta, orégano de la precordillera de Putre, aceite de oliva del Huasco, y los dulces de la Ligua.
Este programa desarrollado desde julio de 2012 por el Ministerio de Economía en conjunto con el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi), reconoce y diferencia una serie de productos por su manufactura, producción tradicional o calidad, la que asociada a una zona geográfica en particular, le permite contar con indicaciones geográficas, denominaciones de origen, marcas colectivas y certificaciones.
En la actualidad, son seis los productos chilenos que están 100% certificados: limón de Pica, atún de Isla de Pascua, langosta de Juan Fernández, sal de Cahuil, Lo Valdivia y Boyeruca, y uva de mesa de Fresh Atacama.
Mediante el reconocimiento de una I.G., D.O. Marcas Colectivas y de Certificación, los productores y consumidores podrían:
- Aumentar su competitividad, gracias al esfuerzo de asociatividad de los productores.
- Acceder a un mejor valor y posicionamiento, otorgado por la diferenciación.
- Contar con protección frente a competencia engañosa.
- Entregar mayor información sobre el producto, favoreciendo la confianza de los consumidores
Cordero magallánico
¿Qué es lo que hace al cordero magallánico distinto? Los productores destacan que se cría bajo condiciones climáticas extremas, lo que ha permitido que naturalmente se condicione una mejor especie en términos de genética. Además, y como no se encuentran rodeados de pasto ni comida, deben caminar para encontrar su alimento, lo que aumenta su musculatura y disminuye la grasa, lo que redunda en una carne más sabrosa, que destaca por su alto contenido de proteína y una importante presencia de fierro y zinc.
Actualmente se exportan un promedio de 675 mil cabezas por año, de cordero magallánico, lo que se espera vea un incremento gracias a la denominación de origen, además de permitir consolidarlo como un producto de gran nivel. En Asogama, la organización de los productores, aseguran que obtener la indicación geográfica es toda una señal de calidad.
“Desde el 2005 y gracias a la incorporación a la Ley 19.039 de propiedad intelectual, en nuestro país se encuentran reguladas la Denominación de Origen (D.O.) y la Indicación Geográfica (I.G). Esto permite asociar el lugar de producción con un producto final, condición que le atribuye ciertas características superiores.
De acuerdo con antecedentes del Ministerio de Economía, hace tres años nuestro país sólo tenía un producto con denominación de origen, el limón de Pica, mientras que países como Suiza contaban con más de 700, Estados Unidos hacía lo propio con más de 900 y la Unión Europea superaba las 6.000 indicaciones geográficas.