Los padres de Juan Estay Contreras concurrieron ayer a tribunales y por la tarde se entrevistaron con el fiscal Eugenio Campos. Buscando tal vez respuestas que le permitan encontrar la tranquilidad espiritual que necesita, Teresa Contreras Alonso, madre del marinero Juan Sebastián Estay Contreras, muerto hace poco más de un mes en un accidente de tránsito en la costanera, decidió viajar a Punta Arenas. Llegó acompañada de su esposo, Pedro Fuentes, para quien el joven era como su hijo.
Desafiando el frío, ambos salieron muy temprano a recorrer las calles de Punta Arenas, una ciudad que jamás imaginaron conocer de no ser por este fatal hecho. Estar en el lugar donde el hijo falleció la madrugada del 4 de mayo podría ser reconfórtante para ellos. Es parte del luto que vinieron a vivir a esta zona austral, donde el hijo prestaba servicios para la Armada de Chile.
“Me cuesta entender que mi hijo no está conmigo. No me cabe en la cabeza y me cuesta aceptarlo”, sostuvo la madre en conversación con Diario El Pingüino.
También busca respuestas que dice aún no encontrar. “Me envían de un lado para otro. Al cansancio mental se me suma el cansancio físico, pero igual decidimos viajar a Punta Arenas porque creo que acá me van a tener que dar esas respuestas. Vengo a pelear los derechos de mi hijo”, sostuvo enfáticamente, quien ahora se quedó con sólo una hija: Leslie.
El último contacto que Teresa Contreras tuvo con Juan Estay, fue el viernes 3 de mayo, por “chat” pocas horas antes del accidente que le arrebató su hijo mayor. “Me dijo que estaba bien y muy contento, lavando en la casa de un compañero”.
Pedro Fuentes también carga y comparte el dolor de su mujer. “Es bastante duro llevar esto. Pero para mí, en mi corazón, él está vivo, no quiero pensar que falleció”, señala.
Al joven uniformado lo recordó como “un niño alegre, tranquilo y muy caballero. Todos los que lo conocieron saben cómo era él”.
El matrimonio en la mañana concurrió al Centro de Justicia y por la tarde se reunieron con el fiscal de la causa, Eugenio Campos Lucero.
Accidente
La semana pasada la fiscalía formalizó al cabo segundo de maniobra Oscar Andia Moya, de 25 años de edad, por guiar en estado de ebriedad y causar la muerte de Juan Sebastián Estay Contreras. Además no tenía licencia de conducir y el informe de alcoholemia estableció una dosificación de alcohol de 1,15 gramos por mil en la sangre.
El uniformado guiaba por la costanera, de sur a norte, un Daihatsu Charade, y al llegar a calle Paraguaya perdió el control y chocó violentamente contra un poste. El marinero primero del Centro de Telecomunicaciones Magallanes Juan Estay, salió eyectado del vehículo y el golpe en la cabeza le provocó la muerte instantánea.