Sacerdote condenado tras reconocer delito

General
21/06/2013 a las 07:08
En un plasma AOC de 32 pulgadas las miraba en su habitación.
Luis Melchor Juragaro Manaideke conocerá la sentencia el próximo martes. El suspendido sacerdote colombiano, Luis Melchor Juragaro Manaideke, confesó que grabó a mujeres que acudían al baño de la sala de reuniones de la Parroquia de Puerto Williams, mientras ejerció su ministerio en esa apartada localidad, donde también prestaba apoyo espiritual a la Armada.
Actualmente se encuentra viviendo en la Sociedad Misionera Buen Pastor de Arica, pero viajó a Punta Arenas para asistir a la audiencia de preparación de juicio oral, realizada ayer en la mañana en el Centro de Justicia.
El fiscal Fernando Dobson ofreció un procedimiento abreviado y el presbítero lo aceptó para evitar el juicio oral, donde arriesgaba una pena inicial de 800 días de presidio y una mayor exposición pública. Ahora la sanción no puede superar los 541 días. Incluso el abogado defensor, Ramón Bórquez, pidió que la pena no supere los 200 días de presidio y que la cumpla en libertad, firmando.
Claro que el procedimiento abreviado le costó al sacerdote admitir frente al juez (Pablo Ramos Abarzúa) la acusación que el Ministerio Público presentó en su contra, donde lo sindicaban ser autor de un delito conocido como: “vulneración a la vida privada”.
Tras reconocer su participación el ciudadano colombiano fue condenado, pero la sentencia se conocerá el próximo martes, a las 13.30 horas.
Juragaro Manaideke cumplió misión pastoral en Puerto Williams, pero en octubre del año pasado, luego de facilitar a un feligrés la tarjeta de una cámara para que extrajera las fotografías del atentado que había sufrido la imagen de la Virgen del Carmen, quedaron al descubierto sus grabaciones. El abuso de confianza fue inmediatamente denunciado, primero al vicario general y luego a la policía. En ambas instancias confesó que grababa a mujeres en el baño de la parroquia, las que almacenaba en forma de videos y fotografías.
Entre octubre de 2011 y agosto de 2012, el sacerdote instaló una cámara en el techo del baño de la Iglesia Naval, grabando y transmitiendo en tiempo real a un plasma AOC de 32 pulgadas ubicado en su dormitorio, a mujeres en su mayoría adultas, cuando ingresaban al baño a hacer sus necesidades biológicas, hecho que cometía de manera frecuente y reiterada, almacenando los archivos en tarjetas de memoria y en su computador personal.
Confesión del cura
El cura confesó en la investigación policial que colocó una cámara en un orificio del techo del baño del salón de la parroquia, enfrentando la taza del excusado. “La instalación la realicé yo mismo, la que tiene un mecanismo inalámbrico, y la señal era recibida por un transmisor, cuya imagen iba al televisor de mi dormitorio”.
“Debo hacer presente que realicé este acto, de poner la cámara, para observar a las personas que ingresaban a utilizar el baño, sobre todo las mujeres que se reunían por diferentes ocasiones y las niñas con apariencia de adulta que asistían a catequesis”.
La cámara tenía una autonomía de tres horas, después le cambiaba la batería, las que compraba en Puerto Williams.
“Como mi habitación se encuentra ubicada a unos ocho metros del baño, cuando escuchaba que alguien entraba, encendía el televisor y me ponía a observar a las mujeres y niñas que ingresaban”, admitió Luis Melchor Juragaro.
La primera vez que hizo esto fue en noviembre de 2011, haciéndose más frecuente después de Semana Santa de 2012.
El sacerdote declaró que el 18 de octubre, a las 17 horas, le pidió a un feligrés que descargara unas fotografías, que producto del atentado que había sufrido la imagen de la Virgen del Carmen, quería publicar en El Amigo de la Familia.
“Al día siguiente llegó a mi hogar con su esposa, coordinadora de la comunidad, quienes me encararon al encontrar mujeres en el baño. Nunca lo negué, lo reconocí y no le pedí la memoria”.
El acusado admitió que el aislamiento le provocó una fuerte depresión “y adicción al alcohol”. Y que al descubrirse lo que cometió rompió la cámara “por remordimiento de conciencia”.
Además, según un informe del obispado, el sacerdote colombiano seguirá suspendido del ejercicio ministerial, “más allá de la resolución judicial”, porque en paralelo se sigue un proceso canónico.

PUBLICIDAD

Pingüino Multimedia entrega este espacio a su público para la expresión personal de opiniones y comentarios apelando al respeto entre unos y otros desligandose por completo por el contenido de cualquier comentario emitido.

Comentarios


comments powered by Disqus
Más noticias
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD