
“Mi país está sentado a la mesa del diálogo, pero lamentablemente el fin de la controversia está aún secuestrado en Londres”, expresó ante el Comité de Descolonización de la ONU Timerman, quien reiteró su oferta a las autoridades británicas para volver a reanudar “hoy mismo” el diálogo “sin precondiciones ni exigencias”.
Timerman indicó también que Argentina rechaza la exploración de los recursos de hidrocarburos en aguas del Atlántico Sur. “No se trata de un pequeño territorio. (Londres) ocupa las Malvinas por su valor estratégico y para la expropiación ilegítima de sus recursos naturales”, denunció.
El ministro trasandino, que urgió al Reino Unido a cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas y sentarse a negociar sobre la cuestión de las islas Malvinas, lamentó que “en pleno siglo XXI” todavía se tenga que seguir hablando de enclaves coloniales en el Atlántico Sur.
“El embajador británico brilla por su ausencia en esta sala como desprecio a este comité, pero quisiera manifestarle a ese ausente delegado británico mi disposición a reanudar el diálogo hoy mismo”, reiteró Timerman, quien lamentó que su homólogo británico, William Hague, tampoco haya viajado desde Londres.
Así, tras recordar que todavía permanecen sin resolver 17 casos de colonialismo en el mundo, incluido el de Malvinas, volvió a recordar que Argentina “no está sola” en sus reclamos y destacó que su país que cuenta con el respaldo de una mayoría importante de estados, especialmente de América Latina, África y Asia.
“El Reino Unido no tiene ninguna excusa para seguir rechazando el diálogo”, insistió el jefe de la diplomacia argentina ante el comité de descolonización, en el que denunció que al no sentarse a negociar el Gobierno británico intenta “encubrir una desproporcionada presencia militar en el Atlántico Sur”.
En este punto, acusó a Londres de no colaborar con las gestiones de buenos oficios del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y denunció que “su silencio y ausencia” evidencian que no acata las resoluciones de la ONU “escudándose en una alegada voluntad de la población que el Reino Unido implantó en territorio argentino”.