
Éste no es un proyecto cualquiera, una vez que se transforme en ley, cambiará radicalmente la forma en que los chilenos veremos televisión. Es por esto que toda la industria vinculada a ésta mira atentamente cómo se desarrolla la discusión, pues la ley resultante impactará directamente la forma de encarar su negocio.
Dos visiones
Dos miradas absolutamente opuestas existen entre los actores involucrados acerca de uno de los puntos más discutidos que contempla el actual proyecto: el derecho de retransmisión consentida que aprobó el Senado y que ahora la Cámara de Diputados tendrá que revisar.
Por un lado, los canales de televisión abierta han señalado que es de justicia la retransmisión consentida, pues implica que los operadores de televisión de pago puedan emitir los contenidos de los canales de señal abierta, siempre que haya previa autorización y/o pago por esos contenidos. Eso sí, el Senado puso una condición a la TV abierta: cobertura de 85% de la población de cada zona de servicio y además, 100% de todas sus concesiones.
Pero, en la otra vereda, los cableoperadores, específicamente VTR, han señalado públicamente que de aprobarse este derecho, tal como está, se corre el riesgo de traspasar el costo de transmitir los contenidos de los canales abiertos a los abonados.
Así las cosas, serán la Cámara de Diputados y la Comisión Mixta quienes deberán zanjar definitivamente este tema. En una anterior votación, la Cámara de Diputados rechazó la retransmisión consentida por 58 votos; hubo 46 votos a favor y una abstención
Por eso ahora, hay expectación respecto de cómo enfrentarán este tema que fue aprobado por el Senado. Sobre todo, porque la retransmisión consentida aprobada impone condiciones a la televisión abierta, lo que antes no estaba estipulado y rechazó la posibilidad de que los canales abiertos pudieran optar a comercializar televisión de pago ellos mismos.
El proyecto de ley aprobado por el Senado también contempla un cambio radical en la entrega de concesiones. Si hasta ahora éstas son indefinidas, si se aprueba lo decretado, las concesiones pasarán a tener una duración de 20 años si éstas son propias y cinco años con medios de terceros.
En la industria señalan que éste sería un cambio radical pues, hasta ahora, los canales de televisión han hecho sus planes de negocios contando con la concesión indefinida, la que obtuvieron acogiéndose a la normativa vigente. Otra vez, la Cámara de Diputados y la Comisión Mixta tendrán la última palabra.
Espectro
Los senadores también establecieron que la totalidad del espectro asignado a cada canal debe ser utilizado para transmitir señales de libre recepción (gratuitas), eliminando la posibilidad de tener canales de pago, posibilidad que había sido aprobado anteriormente por la Cámara.
Además, la Cámara Alta agregó como obligación a los concesionarios de carácter nacional, el que su señal principal deberá transmitirse siempre en alta definición y los partidos de fútbol de la selección nacional deberán ser transmitidos por televisión abierta. Esto sin perjuicio de que puedan ser transmitidos también por televisión de cable.
El Senado asimismo incorporó una modificación a la Ley General de Telecomunicaciones, estableciendo que el espectro es un bien nacional de uso público y, por lo tanto, está orientado a satisfacer necesidades públicas y colectivas de toda la sociedad y ninguna persona natural o jurídica puede atribuirse o pretender el dominio de todo o una parte del espectro radioeléctrico; las concesiones que se otorguen a personas naturales o jurídicas son, por esencia, temporales y los beneficiados con una concesión podrán pagar al Estado el justo precio por el su uso.