
La Mandataria anunció la propuesta de organizar un plebiscito “que autorice un proceso constituyente específico para la reforma política”, en una reunión con gobernadores y alcaldes en el Palacio de Planalto, la sede presidencial, convocada para responder a las demandas de los manifestantes.
“Mi Gobierno escucha las voces democráticas que emergen de las calles y es necesario entender estas señales para caminar más rápido y con humildad”, afirmó Rousseff.
“Brasil está maduro para avanzar y ya dejó claro que no quiere quedarse parado donde está. Debemos también dar prioridad al combate contra la corrupción de manera aún más contundente”, agregó Rousseff, quien intenta dar respuestas concretas a la ola de protestas.
“La energía que viene de las calles es mayor que cualquier obstáculo. No tenemos por qué permanecer inertes, incómodos o divididos. Por eso yo traigo propuestas concretas y disposición política para que discutamos al menos cinco pactos”, dijo la mandataria.
Al mismo tiempo, propuso cinco puntos para un pacto nacional que incluye el plebiscito para hacer una reforma política mediante una Asamblea Constituyente específica, convocar a la responsabilidad fiscal ante la crisis mundial y a un plan nacional de transporte público, reflotar su plan de girar a la educación el lucro del petróleo submarino y llevar médicos extranjeros a hospitales públicos en favelas y en regiones del interior del país.
El Gobierno destinará “50.000 millones de reales (casi 25.000 millones de dólares) para nuevas inversiones en obras de movilidad urbana” y “para mejorar el transporte público en nuestro país, donde las grandes ciudades crecen”, anunció la mandataria en un intento por calmar las protestas.