
Cabe recordar que tras la investigación dirigida por el fiscal especialista en delitos sexuales Fernando Dobson Soto, el presbítero – quien se desempeñaba como párroco en la Iglesia Naval de Puerto Williams– fue condenado por el tribunal en un procedimiento abreviado llevado a cabo el pasado jueves, en el cual Juragaro Manaideke reconoció los hechos acusatorios de la fiscalía, como responsable de grabar a mujeres en el baño de la parroquia donde se desempeñaba. Para ejecutar estas grabaciones, el inculpado instaló una cámara en el baño de la iglesia, la que grababa y transmitía en tiempo real a un televisor ubicado en su dormitorio, hecho que cometía de manera frecuente y reiterada, almacenando los archivos en tarjetas de memoria y en su computador personal.
Ya que la Defensa del imputado presentó la atenuante de irreprochable conducta anterior, la cual fue acogida por el tribunal, se le concedió al sacerdote el beneficio de la pena remitida, por lo que podrá cumplir la pena en libertad.