
En tanto, la Directora Regional, Paula Vidal explicó que la institución “cuenta con un Protocolo de Buen Trato que ponemos en práctica en las comunidades educativas. También, existe un Protocolo en caso de abuso o mal trato infantil. Es importante cómo hacemos de nuestros jardines infantiles y de nuestras casas espacios bien tratantes y fortalecemos aún más los factores protectores y vamos disminuyendo los factores de riesgos y, finalmente, los casos de abuso sexual infantil. Para ello, potenciamos el trabajo en red, como en este caso con las especialistas del Centro Vigano”.
Durante la exposición de las profesionales del Viganó (organismo colaborador del SENAME), Carolina Gatica y Evelyn Miranda abordaron los mayores riesgos de cómo se dejan puertas abiertas al abuso infantil y cómo se puede fortalecer a los niños y niñas para que estos riesgos disminuyan.
Carolina Gatica manifestó que “el agresor sexual manipula la inocencia de nuestros niños. Debemos tener conciencia que el tema sexual está presente en todos lados y que podemos hablar de sexualidad a los niños sin ser vulneradores. Es importante cómo socializamos la temática de la sexualidad y del trato y la relación con el otro, cuáles son las partes privadas del cuerpo, etc.”.
Además, añadió que entre los mayores riesgos se encuentran la baja autoestima, las carencias afectivas, la sobreprotección, entre otros. Y que “es importante cómo los padres construyen la confianza en los niños, con una buena comunicación y otorgando seguridad para la toma de decisiones. Que esté el potencial, porque los padres no estaremos con ellos todo el día. La idea es que nos conformemos como una sociedad protectora, crear entornos saludables. Y tener claridad que cualquier persona puede ser víctima de un acercamiento impropio de otra persona”.
“Debemos enseñarles a nuestros hijos que nuestros cuerpos nos hablan, diciendo por ejemplo no quiero esto para mí, expresando lo placentero y lo desagradable, la incomodidad que genera algo que no me hace bien. No obstante, si en algún momento llega a ocurrir este lamentable episodio y ustedes toman conocimiento, no pueden transmitir que la culpa es del afectado, porque no es así. La responsabilidad está siempre en el agresor, nadie tiene derecho a agredirlos”. Concluyó categóricamente Carolina Gatica.
Después de la presentación, se efectuó un taller grupal que fue catalogado por las familias como muy enriquecedor. A partir de un supuesto caso, los participantes del diálogo pudieron trabajar de manera grupal cuáles creían que eran los factores de riesgo y los factores de protección.