Punta Arenas cuenta con un régimen franco que permite acceder a productos libres de impuestos. Sin embargo, sigue siendo más económica la Región Metropolitana. A pesar de que Magallanes cuenta con un régimen de Zona Franca y de que la mayoría de las panaderías (más del 90%) compra el harina y otros productos necesarios para la elaboración del pan sin impuestos, en Punta Arenas se paga $ 243 más por kilo que en Santiago.
Mientras que en Magallanes se paga un promedio de $ 1.226 por kilo de pan hallulla, en Santiago el mismo producto vale $ 983, es decir
$ 243 menos. Esto en base a la información dada a conocer por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) y el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac).
La diferencia entre ambas regiones alcanza los
$ 241 por kilo en el caso de la hallulla.
En Punta Arenas
Al revisar los precios en las distintas salas de venta de la comuna, se obtiene una diferencia entre una panadería y otra alcanzan los $ 960.
En tanto, en supermercados, la diferencia de precios por un kilo de marraqueta bordea los $ 110 y en el caso de la hallulla $ 400 (ver recuadro). De esta manera al preferir siempre la opción más económica, en un mes, se pueden ahorrar $ 3.240 en el primer caso y $ 12.000 en el segundo.
Frente a esta situación, la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile realizó un llamado a los magallánicos a cotizar y a preferir la opción más económica.
Argentina aplica Ley de Abastecimiento
Una importante baja en la importación de harina podría enfrentar la región durante los próximos días debido a la decisión del Gobierno argentino de aplicar la Ley de Abastecimiento.
La medida, publicada en el Boletín Oficial (de ese país), advierte que “los distintos sectores intervinientes en los procesos productivos de trigo pan y harina para panificación” tendrán que “proveer adecuadamente el mercado interno”.
Esta medida implicaría que el Gobierno pueda decomisar la mercadería que los exportadores no vuelquen al mercado, en un plazo de 48 horas, tal cual lo exigió Guillermo Moreno, secretario de Comercio de ese país.
Las distribuidoras y las panaderías locales temen que esta medida tenga un fuerte impacto en la economía regional, ya que el 30% del precio del pan depende de las variaciones que tenga el harina y más del 90% compra el producto argentino.