Entre los desafíos, el centro asistencial espera recibir en el futuro a pacientes de otras regiones y, por qué no decirlo, de la zona sur de Argentina. La infraestructura y recurso humano existen. Dos años cumplió ayer la Unidad de Radioterapia del Hospital Clínico de Magallanes, tiempo durante el cual 252 pacientes enfermos de cáncer han sido tratados en Punta Arenas. Algo impensable en otros tiempos y que puso fin a la peregrinación a otros centros del país, sobre todo a Valdivia.
Ayer se realizó una ceremonia en el auditorio “Doctor Carlos Banse”, donde los médicos Benjamín Bianchi y Raúl Cartes, dieron a conocer los avances de esta unidad y algunas cifras de los resultados obtenidos entre 2011 y 2013. Hasta el momento han recibido tratamiento 252 pacientes y realizado 1.955 consultas.
Los cáncer más tratados en el hospital son los de mama, próstata, recto, cabeza y cuello, gástrico y los cervicouterino (ver recuadro).
“Estamos realmente orgullosos de la Unidad de Radioterapia de Punta Arenas, porque está entre las más modernas, tanto de la red pública como privada del país”, señaló el médico jefe, Raúl Cartes.
Lo más importante de todo, y donde existe plena coincidencia, es que la puesta en marcha de este proyecto permitió cumplir con un anhelo muy grande: que los magallánicos no tengan que viajar más a realizarse el tratamiento a Valdivia o Santiago.
Como “el proyecto más emblemático para la región”, describió el director del Servicio de Salud Magallanes, Jorge Flies, la puesta en marcha de la Unidad de Radioterapia. Admitió que la partida no estuvo exenta de dificultades y que “costó sudor y lágrimas”. Mencionó que antes se trataban 78 pacientes anuales y hoy superan los 250, “pero lo más importante de todo es que la gente ahora se atiende en su región”.
El médico jefe del Comité de Oncología del hospital clínico, Bogdam Liberón, explicó que la oncología tiene tres bases en el tratamiento: la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. La primera ha existido siempre en el hospital local, la quimio partió el año 1978 y la radioterapia hace dos años.
Médicamente, esto último significó un aumento de trabajo, “porque los pacientes que antes viajaban a hacerse la radioterapia a Valdivia, también recibían la quimio, y ahora todo se hace acá”. Por eso, lo más importante para Liberón es que la gente tiene la posibilidad de someterse al tratamiento integral de la enfermedad cancerosa en su propia ciudad.