La PDI advierte acerca del aumento de denuncias por ciberbullying y la usurpación de nombre. Cada día las denuncias por delitos informáticos se hacen más comunes en Punta Arenas.
Lo que tímidamente comenzó a registrarse a finales de 2009, hoy aparece instalado como una instancia delictual que, además de las conocidas estafas electrónicas que arrecian en las cuentas bancarias, apunta al uso de las redes sociales para denostar a las personas e infringir un maltrato psicológico que puede ser severo en el caso de los menores.
El jefe de la Brigada de Delitos Económicos, Bridec, subcomisario Marcelo Romero, explicó que “de un tiempo a esta parte hemos ecibido bastantes consultas, denuncias y solicitudes de orientación respecto a un fenómeno que se produce utilizando las redes sociales, específicamente tiene que ver con el mal uso de Facebook”.
Agrega que esta herramienta de internet está siendo mal utilizada, para incurrir en lo que se conoce como ciberbullying, que no es otra cosa que maltratar psicológicamente o desprestigiar a una persona públicamente. “Nosotros podemos actuar acogiendo la denuncia en el caso que se produzca una intervención o hackeo de la cuenta de Facebook, por existir un delito informático relacionado es que, el uso de la cuenta de un tercero”.
También constituye delito la apertura de una cuenta utilizando un nombre ajeno (usurpación de nombre), apuntando principalmente a la descalificación y maltrato psicológico de una persona.
Los principales usuarios y blancos de este ilícito, son hoy día menores, quienes incurren en este tipo de delito, sin considerar los alcances judiciales que éste pueda tener y menos el daño que se puede asestar a las víctimas.
El problema no es la tecnología
Los expertos en ciberbullying aseguran que el problema en este tipo de delitos no es la tecnología, sino su mala utilización.
A diferencia de décadas pasadas, en ausencia de las redes sociales, los problemas entre personas (hablemos de estudiantes) se zanjaban entre los propios protagonistas, de tú a tú. No obstante, hoy, parece que para los niños y adolescentes parece ser más importante ridiculizar en público que aclarar.
En el desarrollo que ha tenido la utilización de las redes sociales, donde aparecen términos como ciberbullying, cibergrooming, phishing y pharming, surge hoy otra “especie”: el sexting. Esto no es más que la distribución de contenido sexual en forma de fotos o videos que la víctima se hace a sí misma y después envía a un amigo, quien los difunde entre terceros.
Cuando se produce cualquiera de estos, ya sea los relacionados con el maltrato, el sexo o la estafa, las víctimas o sus cercanos deben de inmediato denunciar a la PDI, como una manera de evitar una constante que puede traer consecuencias graves para las víctimas.