Durante la presente temporada la captura no ha sido buena, principalmente por efectos del mal tiempo. Además, cada vez es mayor la distancia que deben recorrer los pescadores. Aunque China es el nuevo gran mercado asiático que se abre para el erizo magallánico, empezando a dejar de lado a Japón, nunca llegará a ser lo que fue la explotación de los años ’90.
Principalmente porque los bancos de erizos están cada vez más lejos y esto eleva muchísimo los costos. Pese a que ya no es el “rey”, continúa siendo una alternativa comercial.
Entre marzo y septiembre los pescadores artesanales pueden extraer erizos, un producto regional que tiene como destino principal los mercados asiáticos, y en el último tiempo ha encontrado un nicho, aunque mucho más pequeño e incipiente, en Europa.
El director regional de Sernapesca, Patricio Díaz, dijo que el erizo sigue siendo un recurso importante, pero ya no en los volúmenes que se explotó y comercializó por los años ’90, donde fue el auge y propició la apertura de muchísimas plantas pesqueras y generó importantes fuentes de empleo.
Edgardo López, empresario pesquero, coincide con esta apreciación, pese a destacar que China se abre como el nuevo gran cliente, tanto para el erizo como la centolla. Pero sucede que el espinudo producto está cada vez más escaso, debido a la sobreexplotación que sufrió. En la presente temporada la pesca no ha estado buena, principalmente por el mal tiempo. Sin embargo los precios se han mantenido debido a esta suerte de escasez.
Erizos congelados
La mayor cantidad de los erizos se despachan congelados. Y los más grandes exportadores son Nippon Meat y Hitoshi Anaoka. Lo que más sale de la región es congelado, fresco muy poco, en potes plásticos de 100 gramos. El producto se embarca en congeladores frigoríficos a Japón y China. Este último está llamado a convertirse en el gran cliente del futuro, incluida la centolla.

Desembarco
La caleta de pescadores de Barranco Amarillo es uno de los principales puntos de carga. En las mañanas, muy temprano, atracan las lanchas y la tripulación trabaja en el desembarque del producto fresco. Éste es esperado por camiones que lo transportan rápidamente a las plantas pesqueras.
José Alvarado Montaña comentó que cada vez tienen que ir más lejos a buscar el erizo. A no menos de 20 ó 30 horas de navegación de Punta Arenas. A esto se suma el mal tiempo de la estación invernal, producto de los fuertes temporales. “No es fácil sacar del fondo marino los erizos”, indicó.
El precio que se les cancela es variable, ya que es por rendimiento. Aproximadamente el valor que se paga es de cinco mil pesos el kilo de carne, lo que en promedio se obtiene de unas ocho docenas de erizos, que se las pagan a 800 o 900 pesos la docena.
“Este año ha estado malo el tiempo así que debemos andar entre 15 y 20 días en zona de pesca para traer una carga de cuatro mil a cinco mil docenas de erizos”, comentó Alvarado.
Aunque se abren nuevos mercados internacionales para el erizo, la producción ya no es la misma. Atrás, muy atrás, quedaron los años ’90, porque los bancos de erizos están cada vez más lejos. Antes se encontraban a diez horas de navegación y ahora a no menos de 30 horas. Además, les siguen pagando los mismos $ 5.000 por kilo de carne de hace tres o cuatro años.