
El escrito lo ingresó a tramitación la abogada de este centro, Natacha Oyarzún Oyarzún, en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas. Una vez acogido a tramitación será derivado a la fiscalía para que investigue los hechos ahí contenidos.
El objetivo del organismo dependiente del Interior es apoyar en todas las etapas del proceso a las víctimas, hasta que sea necesario. En este caso prevaleció que se trató de un caso de conmoción pública, que impactó por el grado de violencia de los autores.
Querella
La querella está dirigida en contra de los dos menores de edad (iniciales R.A.S.G., y Ch.G.F.M.) que el 29 de mayo irrumpieron en el domicilio particular del matrimonio Aguilar-Alberti, y que actualmente se encuentran cumpliendo internación provisoria en la cárcel de Río de Los Ciervos.
La acción judicial de la abogada se basa en lo ocurrido el 30 de mayo, a partir de las 7.20 horas, cuando los menores ingresan al domicilio de las víctimas e irrumpen en el dormitorio matrimonial donde se encontraba Ana Julia Alberti. La mujer estaba aún en pijama y recostada sobre la cama cuando ve aparecer a los menores quienes la insultan y amenazan, “ejerciendo además violencia en su contra, con golpes, empujones e intimidándola con un arma blanca, obligándola a la entrega de algunas especies”, detalla la querella.
Los antisociales forzaron a la víctima a desplazarse por distintas dependencias del inmueble, actuando coordinadamente para sustraer, con violencia, diversas especies.
“Durante este forzado recorrido mi representada sufrió empujones, golpes, insultos y gritos por parte de los imputados, siendo además amenazada con un arma blanca”.
En un momento de descuido de los sujetos, la dueña de casa logró correr al patio del inmueble, “siendo perseguida por los delincuentes, tras lo cual éstos huyen del lugar portando las especies sustraídas, luego mi representada logró solicitar ayuda a su cónyuge y a la policía”.
Víctima
Al día siguiente del asalto, la víctima, Ana Julia Alberti, confesó a Diario El Pingüino que jamás podrá olvidar este episodio en su vida. Porque además de exigirle dinero lo que más la traumó fue la excesiva violencia que utilizaron, verbal y física. “Esto me tiene realmente impactada”, admitió.