
Según la portavoz adjunta de esa oficina, Marie Harf, “el Departamento de Estado cambiará la validez máxima de los visados de visitante para las familias y otros visitantes en viajes personales de no inmigrante”.
La medida extiende las visas “de seis meses con entrada única, como ocurre ahora, a cinco años con entradas múltiples para los cubanos que califiquen”, explicó.
Eso reducirá previsiblemente la carga financiera para los cubanos que deseen solicitar uno de esos permisos, del tipo B-2, dado que sólo tendrán que pagar una vez la tasa para obtenerlo.
“Aumentar la validez de los visados elimina la carga burocrática y financiera para los viajeros cubanos, que antes tenían que volver a solicitar la visa en persona cada vez que querían viajar a Estados Unidos”, dijo otro portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell.
“El objetivo también es reducir los tiempos de espera” en la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana, añadió.
Según explicó Harf, la decisión “forma parte de la política general” de EE.UU. de “aumentar los contactos de persona a persona entre los estadounidenses y los cubanos, mejorar las comunicaciones con los cubanos y promover la apertura”.