El mal estado de la calle Waldo Seguel, entre avenida España y Manuel Señoret, sumado a los eternos problemas de invasión de todo tipo de automóviles en sus estacionamientos, tiene a los vecinos del sector entre la “espada y la pared”.
“El problema se va a generar cuando, ‘ni Dios lo quiera’, ocurra un incendio en alguna de estas casas o cuando haya que trasladar a algún vecino al hospital”, aseguró Eleodoro Jara en alusión al imposible desplazamiento del carro de bomberos o de la ambulancia.
Según vecinos del sector, los increíbles hoyos, especialmente al inicio de la subida de la empedrada calle, nunca han sido reparados como corresponde, sino que han sido tapados momentáneamente con tierra, volviendo tarde o temprano a su estado natural.
 “Ni la basura”
Jara, quien ha vivido sus 74 años en el sector, comenta que el problema más urgente e importante de todos los que tiene la cuadra, es la necesidad de una calle pavimentada.
Dice que la basura hay que llevarla por mano hasta avenida España porque el camión recolector difícilmente va a subir casa por casa como lo hace normalmente, ni tampoco podría realizar un viraje para retornar, ya que es un pasaje sin salida. 
Otro punto importante es el amontonamiento de vehículos que se produce en los “estacionamientos brujos”, ya que el sector está situado en el límite del cobro de aparcamiento y los conductores que trabajan en los alrededores  prefieren evitar el cobro.
“Desde que empezaron los cobros de las tarjetas, también lo hicieron los movimientos de vehículos, pero ese ya es prácticamente una ‘guerra perdida’. Nosotros necesitamos con urgencia que nos pavimenten la calle para estar preparados ante cualquier eventualidad.
Malos olores
Por su parte, Jeanette Aherl, vecina que ha vivido nueve años en en el sector, comenta que ha llamado en reiteradas oportunidades a la municipalidad para que arreglen el deplorable estado de la calle y no lo hacen.
“Estoy cansada de llamar porque siempre me prometen que van a venir a tirar un poco de tierra y no han venido. La vez anterior me demoré dos años en conseguir que taparan ese mismo hoyo, que está al principio del pasaje”, dijo Aherl.
Finalmente, manifestó que en lo personal se ha visto eternamente afectada por la invasión de automóviles en su estacionamiento y asegura que, más encima, han tenido problemas con las redes de alcantarillado y los malos olores.
“Hay veces que voy un rato al supermercado y cuando regreso no tengo donde estacionarme, más encima hemos llamado a Aguas Magallanes para que revise el alcantarillado porque siempre emana un desagradable olor”, enfatizó.