Entre $ 563 y $ 613 costaría un litro de bencina sin la existencia del Impuesto Específico a los Combustibles (IEC). Este gravamen se suma a los $ 80 del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con lo que los conductores pagan $ 347 cada vez que cargan un litro de combustible. Este es uno de los temas que ha sido blanco de las críticas luego de una nueva alza en los precios, a lo que se agrega los cuestionamientos al Sistema de Protección al Contribuyente del Impuesto Específico a los Combustibles (Sipco).
Al ser consultada sobre este sistema de protección, Michelle Labbé, economista jefe de la consultora Econsult, sostuvo que “el Sipco sí funciona, según como fue diseñado, ya que ha estabilizado los valores cuando se confabulan ciertos parámetros externos o cuando se le realizan cambios para forzar que funcione. Sin embargo, aquí el problema no es la inestabilidad de precios, sino que los costos están muy altos, que es distinto”.
Frente a esta situación, la experta se mostró contraria a continuar cambiando los parámetros de la banda de precios de este sistema debido a que “el problema no es que suba o baje $ 10. La dificultad es que el costo está en $ 800 y, en ese sentido, el problema es que gran parte de eso son impuestos. En Chile la bencina es cara por sus gravámenes, que no tiene el diesel. En todo el mundo el diesel es más caro, porque es un bien más escaso”, explicó a través de una columna publicada por Econsult.
Finalmente, la economista cuestionó que este impuesto sea validado porque ayude a disminuir la contaminación señalando que “cuando dicen que no se puede bajar el impuesto porque es “verde”, eso no responde a la realidad, porque de ser así ambos (gasolina y diesel) tendrían el mismo impuesto”.
De acuerdo con la especialista, la tendencia del primer semestre del año es que los precios deberían permanecer más o menos en los niveles actuales. “Mientras que en el segundo semestre podríamos observar una tendencia más pronunciada del aumento, en la medida en que el precio del petróleo comience a subir”, aseguró Michelle Labbé.
Libertad de precios
Luego de que las redistribuidoras concretaran una nueva alza de precios, el presidente del sindicato de trabajadores de ENAP, Alejandro Avendaño recordó que como gremio impulsaron una campaña de recolección de firmas que buscaba eliminar el Impuesto Específico a los Combustibles, la que fue presentada en el congreso nacional.
No obstante ello, señalaron que “si bien es cierto, uno de los temas que golpea fuerte es el impuesto específico, que nosotros insistimos en que hay que eliminar, no hay que dejar de lado el margen de ganancia que tienen las distribuidoras”.
En este sentido, explicó que “hay una diferencia de $ 125 entre Porvenir y Punta Arenas, por el mismo litro de bencina, entonces ¿cómo se explica que el combustible en Cuyen (la distancia es similar) tenga una diferencia de $ 53 si el trayecto es el mismo?”, cuestionó el dirigente.
Al revisar esta situación en estaciones de servicio de Punta Arenas, las diferencias de precios entre la más barata y la más cara bordean los $ 30 por litro, en el caso de la de 97 octanos y los $ 14 en la de 93.
“Entonces, es claro que juegan con los márgenes de ganancias, en Santiago las diferencias entre bencineras superan los $ 100 por litro y quienes tienen los valores más bajos, son las más chicas, las que tienen menor cantidad de distribución y son las que hoy tienen las tremendas colas porque las diferencias son importantes”, dijo Avendaño.
Trabajo parlamentario
Con el fuerte aumento de los precios que se produjo este jueves, a pesar de la operatoria del Sipco que otorgó un crédito de $ 7, este sistema nuevamente es el blanco de las críticas por parte de los consumidores que han debido enfrentar un alza de $ 85, en lo que va del año.
El presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Miodrag Marinovic, se sumó a las críticas al Sipco señalando que no sirve para controlar las alzas en momentos de crisis internacional. “Nos parece inaceptable el precio que ha tenido el precio de las bencinas a lo largo de todo el país, evidentemente en este escenario siempre las regiones más aisladas, las localidades más se afectan con esta materia. El Sipco no sirve porque este es un suavizador de precios y no un reductor de los impactos. Nosotros no queremos que el valor suba de a poco sino que, en definitiva, suba menos”.
En este sentido, en la medida en que suben los precios del petróleo en el mercado internacional, crece la recaudación que tiene que hacer el Estado de Chile en esta materia.