
“La que no sirve aquí es la empresa Sonda. Le he pedido al ministro de la Presidencia, Roberto Henríquez (responsable de tema), que le rescinda el contrato si esa empresa no cambia”, declaró Martinelli en una entrevista a la televisión local.
Sonda fue seleccionada en 2011 por una junta técnica panameña para administrar durante una década el sistema de tarjetas recargable del Metrobús, que comenzó a operar ese mismo año a cargo de la firma colombiana Mi Bus.
Según el contrato, Sonda debía suministrar un millón de tarjetas, y establecer un mínimo de 700 puntos de venta y recarga, pero ahora las quejas de los usuarios crecen a diario porque no tienen dónde reponer saldo, bien sea porque hay pocos establecimientos con el servicio o porque el sistema electrónico no funciona.
“Ese es un contrato que estamos a punto de cancelar y de adjudicárselo al que sea, porque sencillamente son un desastre y un fracaso”, sostuvo el gobernante, que además se quejó por las condiciones de la concesión ya que “el Estado ha invertido US$ 29 millones y le da US$ 1,9 millones al mes (a Sonda) y no sirve para nada”.