Más de un día debieron esperar los pasajeros que viajaban a Punta Arenas, para llegar a destino. Esto porque la escarcha, la nieve y la escasa visibilidad provocaron la cancelación de los vuelos de LAN, provenientes de Santiago con escala en Puerto Montt. Al respecto, Paola Contardo, gerente regional de LAN, sostuvo que “ayer amanecimos con un pronóstico que no era favorable para los vuelos, por lo que los vuelos que salían a las 6.30 horas y a las 10.30 se programaron para las 15.30 y para las 16.30 horas”.
En tanto, el domingo se produjo la cancelación de dos frecuencias, esto porque el vuelo 285 que venía con 126 pasajeros se tuvo que devolver a la Región de Los Lagos producto de las malas condiciones climáticas, la misma situación sufrió el vuelo 287, que venía con 174 pasajeros, el debía llegar a las 22.45 del domingo.
“Lo que esperamos es que teniendo en cuenta que tenemos un mejor pronóstico para hoy (ayer), es que a partir de las 17.00 horas los vuelos operen de manera normal. Es decir el que por itinerario llegaba a las 18.30 horas debiera operar normal saliendo a las 19.00 Esto es en la medida de que las condiciones se mantengan”, explicó la gerente regional.
En este sentido, la ejecutiva insistió en que las cancelaciones y los retrasos se produjeron porque las condiciones climáticas no eran aptas para operar. “Nosotros trabajamos con pronósticos. De repente la gente nos dice ‘pero ahora no está nevando’, sin embargo, el avión necesita cuatro horas para poder salir. Por lo tanto, si tenemos un pronóstico que en cuatro horas más va a haber mal tiempo, nosotros revaluamos la operación”, dijo Contardo.
Pasajeros molestos
Ayer comenzaron a llegar los pasajeros que debieron esperar más de un día para llegar a la región.
A su llegada al Aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo, Dolores Ponce, sostuvo que “lo más desagradable fue la poca decisión que tuvieron en Puerto Montt porque estuvimos como una hora dentro del avión”.
Otro de los pasajeros fue Cristofer Méndez, de 8 años, quien viajaba sólo y era esperado por su abuela Gladys Levin. “Para mi fue horrible porque yo soy la abuelita y no nos avisaron nada y viajaba solo con la azafata”, dijo Levin.
Una opinión distinta tuvo Alfredo Miranda quien destacó la atención recibida por el personal de LAN, quienes les explicaron los problemas que se produjeron por el mal tiempo y les entregaron el hospedaje.