
La justicia resolvió mantener en prisión preventiva a Víctor Llanquín Arteaga, imputado por el brutal homicidio del trabajador Max Bahamonde Agüero. El abogado defensor, Leonardo Vallejos, solicitó la audiencia para discutir la conveniencia de dejarlo en libertad o mantenerlo en prisión. Tanto el fiscal de la causa, Oliver Rammsy, como el abogado querellante, Juan José Arcos, se opusieron rotundamente a la petición de la defensa, quien argumentó que su cliente no apuñaló a la víctima. Sin embargo, el querellante le atribuyó coautoría, porque si bien no propinó las heridas, sí lo golpeó, tesis que acogió el juez para mantener la prisión preventiva.