
Denunció que “es impresionante la cantidad de dinero público que se ha utilizado supuestamente en la lucha contra la pobreza y a favor de pueblos originarios, sin resultados”.
Por eso afirmó que no llegó al Gobierno para “prolongar fracasos ni defraudar expectativas”. Advirtió que “quien desee adueñarse de la cosa pública no contará con la complacencia del jefe de Estado”.
“El pueblo espera un gran gobierno desde hace mucho tiempo. Y lo haremos posible cuando el dinero público llegue a la gente que vive en la pobreza”, dijo en su discurso.
Agregó que “la gente no quiere ni pide limosnas; reclama oportunidad” y su Gobierno “generará oportunidades para todos”.
Cartes destacó la presencia de las presidentas de Argentina y Brasil, Cristina Fernández y Dilma Rousseff, a quienes les agradeció “las recientes iniciativas que han tomado para construir relaciones prósperas y positivas” en beneficio de los pueblos.