Radomiro Angulo sostuvo que lamentan la situación “por los servicios, por el señor de la pequeña empresa que recibe su cheque por correo y no les está llegando y le queremos pedir nuevamente perdón, pero esto no es culpa de los trabajadores, sino de la dirección de la empresa”. Luego del fracaso de las negociaciones, el Sindicato de Correos de Chile reconoció la radicalización del movimiento y nuevas manifestaciones. Es en este contexto, que el presidente del gremio Radomiro Angulo, sostuvo que se está analizando la posibilidad de que algunos trabajadores inicien una huelga de hambre.
Agregó que “hay seis o siete colegas que quieren ir a una huelga de hambre. Lamentablemente no encontré al doctor, para que me diga si están en condiciones o no, por que tenemos que ser responsables”.
En este contexto, explicó que “la reunión del día viernes finalizó en nada, una vez más el Gobierno nos ha dado con la puerta en la cara y las medidas que estamos tomando son radicales, por la no atención que hay por parte de la empresa a nuestras demandas”.
Los trabajadores están solicitando al Gobierno que designe a un representante para conversar con ellos, porque la empresa, a su juicio, “ya no es creíble”.
El presidente de los trabajadores recordó que el jueves se reunieron representantes del Ministerio del Trabajo y con la gerencia de la empresa. “ El día viernes llegaron las mismas personas, incluso el gerente general, quien dijo que no había plata. Así que estamos en foja cero”.
En este sentido el dirigente cuestionó que los trabajadores están en el día trece de la huelga y “aún no hay humo blanco”.
“Lamentablemente el correo está sufriendo una de las grandes anomalías por parte de la gerencia. Quiero ser enfático en que la administración no ha sido de las mejores, los resultados fueron espectaculares y lamentablemente dicen que no hay plata y el gerente lo dijo frente al representante del Ministerio del Trabajo”, aseguró.
Es en este contexto, en que los trabajadores están solicitando al Gobierno que tome un papel más preponderante durante las negociaciones.
Hoy los trabajadores se reunirán a las 8.15 horas en el frontis del correo. “Estamos más unidos que nunca, los 4.600 trabajadores que somos a nivel nacional”.
De acuerdo a lo informado por los trabajadores ,las exigencias para finalizar el conflicto son un reajuste de $50 mil, el cambio en la vigencia del contrato colectivo y un bono de término de conflicto.
Problema social
En la oportunidad, el dirigente lamentó el impacto social que ha tenido el movimiento. “La parte social ha sido golpeada, ha sido bajada, esa gente que presta servicios. Uno les lleva los currier, que son los productos rápidos y están todos detenidos, porque la administración no ha dado luz de esperanza”, explicó el dirigente.
En la oportunidad agregó que “lamentamos mucho por los servicios, por las personas que viven por correo, por el señor de la pequeña empresa que recibe su cheque por correo y no le está llegando, y le queremos pedir nuevamente perdón, pero esto no es culpa de los trabajadores, sino de la dirección de la empresa”.
A nivel nacional
Luego del fracaso en la negociación de los trabajadores de Correos y de la radicalización del movimiento, el diputado Patricio Vallespín informó que citará al gerente general de Correos a la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados
El presidente provincial del sindicato nacional en Llanquihue, Jorge Díaz, manifestó por su parte a un medio nacional que “en la reunión no hubo nada nuevo, es decir, la empresa no aumentará los sueldos ni aceptó el petitorio principal, por lo que continuaran movilizados”.
Por su parte, el diputado Vallespín señaló que “esta situación es lamentable por la demanda justa de aumento de salario que están pidiendo los trabajadores”.
“Se encuentran con una muralla y con una inflexibilidad por parte del gerente general, y es por esto que lo hemos citado a través de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados”.
Con el fracaso de las negociaciones, tres trabajadores de Correos de Chile iniciaron una huelga de hambre. Además una treintena de empleados se instaló en un campamento en la ribera del Río Mapocho.