
En este contexto, explicó que “la reunión del día viernes finalizó en nada, una vez más el Gobierno nos ha dado con la puerta en la cara y las medidas que estamos tomando son radicales, por la no atención que hay por parte de la empresa a nuestras demandas”.
El presidente de los trabajadores recordó que el jueves se reunieron representantes del Ministerio del Trabajo y con la gerencia de la empresa. “El día viernes llegaron las mismas personas, incluso el gerente general, quien dijo que no había plata. Así que estamos en foja cero”.
De acuerdo a lo informado por los trabajadores, las exigencias para finalizar el conflicto son un reajuste de $50 mil, el cambio en la vigencia del contrato colectivo y un bono de término de conflicto.
En tanto en Santiago, tres trabajadores iniciaron la huelga de hambre hace dos días y una treintena de empleados se instalaron en un campamento en la ribera del río Mapocho. La medida de presión se está replicando en regiones.