
Según Díaz, existe la “certificación de que las vacunas estaban útiles y activas al momento de ser aplicadas en los niños”, agregó.
La autoridad sanitaria, señaló que tomando en cuenta ese antecedente, los menores “no requieren volver a ser vacunados, ni tampoco se establece riesgo adicional por el uso de estas dosis en los niños”.
Además de las inyecciones que se descubrieron vencidas en la Región del Maule, Díaz explicó que otros lotes de vacunas vencidas de BCG, fueron detectadas en la Región de Magallanes de la Antártica Chilena, donde se inocularon antes de ser destruidas. Allí también encontramos algunos depósitos de vacunas que habían sido retiradas de circulación y estaban en condiciones para ser destruidas”, explicó.
El subsecretario comentó además que “se han realizado sumarios administrativos y sanitarios correspondientes, para evitar que esto vuelva a ocurrir y hemos reforzado el sistema de control de los lotes de vacunas para que no vuelva a ocurrir”.
Las vacunas son fundamentales en la prevención y erradicación de enfermedades infecciosas. En Chile existe un Programa Ampliado de Inmunizaciones al cual toda la población tiene acceso. La vacuna BCG, contra la tuberculosis, es administrada en las maternidades a las pocas horas de vida del recién nacido y antes de egresar de la maternidad, en bebés con peso igual o mayor a 2 kilos. Su administración es obligatoria, razón por la cual la cobertura en los últimos 15 años ha sido superior al 95 por ciento.
Sin embargo también existen grupos distintos al antes nombrado al que se le administra la BCG, entre los que se cuentan los menores de un año no vacunados al nacer, a los contactos de tuberculosos bacilíferos menores de 5 años no vacunados con BCG anteriormente, y pacientes al término de un período de quimioprofilaxis o administración de sustancias químicas, incluidos los antibióticos, ello según indicación médica.
La vacunación contra la tuberculosis es realizada por la matrona en el brazo izquierdo del recién nacido, idealmente en presencia de su madre. Inmediatamente después de la vacunación no se generan reacciones esperadas tales como fiebre, dolor e inflamación, sin embargo entre los 15 y 30 días posteriores se genera un proceso inflamatorio sensible en la zona de la punción, que puede incluir la generación de un exudado.
La vacuna BCG, genera inmunidad contra la tuberculosis, una enfermedad que afecta al pulmón y que es reconocida por ser uno de los más graves problemas de salud mundial siendo abordada en parte importante del mundo, incluido Chile.