“Es una situación de la cual estábamos en antecedentes, y lo primero que hicimos fue recabar toda la información necesaria para ver cómo íbamos a enfrentar el problema y llamar a todos los padres cuyos hijos fueron inmunizados con la vacuna BCG, contra la tuberculosis”. También se contactaron con los pediatras que recibieron los bebés. “Por todo estamos tranquilos y sobre todo porque los padres entendieron esta situación”, indicó.
Además, un buen indicador para ellos es que las vacunas brotaran, lo que quiere decir que no tenían problemas. Y que la seremi de Salud les informó que las mismas eran efectivas hasta el 30 de agosto, por lo tanto, “no es necesario revacunar a los niños ya vacunados”.
Isabel Soto remarcó que se tomaron todas las medidas y protocolos de recepción de vacunas del Programa Nacional de Inmunizaciones.
A esto añadió que la “clínica ofreció apoyo y visitas pediátricas para examinar a los lactantes si las madres así lo deseaban”.