La decisión de cambio de ejecutor del programa, había generado la molestia pública del obispo Bernardo Bastres, como así también de profesionales, padres y apoderados y parlamentarios.
El obispo señaló en su momento, que no era justo que en la licitación para la ejecución del trabajo de este centro se les pusiera a competir con entidades de la capital.
Los parlamentarios magallánicos Miodrag Marinovic, Carolina Goic y Pedro Muñoz se reunieron en la semana por separado con las autoridades e hicieron gestiones al respecto.
Así es como ayer, Muñoz respaldó los dichos del prelado, agregando que hubo falta de transparencia y rigor en la evaluación de las propuestas técnicas, y acusó al Sename de no cautelar adecuadamente la continuidad de las intervenciones.
Además el legislador había anunciado que junto a un grupo de padres y apoderados que eran atendidos en el Centro Padre Viganó, dependiente de la Fundación Esperanza, interpondrían un recurso de protección para asegurar la integridad y atención de los menores en riesgo.
Finalmente el Centro que atiende a niños, niñas y jóvenes que han sido víctimas de maltrato y abuso sexual, seguirá funcionado bajo la dependencia de la Fundación Esperanza y de esta forma dará continuidad al abordaje de las problemáticas de los menores.