En el juicio, el fiscal llevó a declarar a testigos y peritos, los cuales de acuerdo al Tribunal permitieron adquirir la convicción de manera unánime de la existencia del delito, lo cual se vio ratificado con la declaración del propio acusado, quien aceptó los hechos que se le imputaban, entregando detalles de los mismos.
De acuerdo a los antecedentes expuestos al Tribunal por el fiscal Dobson, durante los meses de noviembre y diciembre del año 2012, mientras la víctima de entonces siete años se trasladó conjuntamente con su familia y el imputado, desde la ciudad de Porvenir a la ciudad de Punta Arenas, el imputado abusando de la confianza que depositó la víctima en él, procedió a efectuarle tocamientos de clara significación sexual y relevancia, en repetidas ocasiones. Por estos hechos el representante del Ministerio Público está solicitando una pena de cinco años de presidio menor en su grado máximo.