
Mursi, alto cargo de los Hermanos Musulmanes hasta que accedió a la Presidencia en 2012, fue depuesto el pasado 3 de julio por el Ejército tras multitudinarias protestas, y desde entonces se halla en paradero desconocido, retenido por los militares.
Según Mena, las investigaciones han revelado que Mursi ordenó al jefe de la Guardia Republicana y al ministro del Interior a intervenir contra los manifestantes pacíficos que protestaban el 5 de diciembre contra el polémico decreto constitucional con el que había blindado sus poderes ante la Justicia.
De acuerdo con la Fiscalía, los mandos de la seguridad rechazaron esa intervención “para preservar la vida de los manifestantes”.
Tras ese rechazo, los ayudantes presidenciales Asad Al Shija, Ahmed Abdel Ati y Ayman Abdel Raouf, que figuran entre los 14 acusados, convocaron a los seguidores de los Hermanos Musulmanes a congregarse en los alrededores del Palacio Presidencial de Itihadiya para dispersar a los manifestantes por la fuerza, según el fiscal.
Entre los 14 dirigentes de los Hermanos Musulmanes remitidos al Tribunal Penal de El Cairo están también el ex vicepresidente del Partido Libertad y Justicia -brazo político de la Hermandad-, Esam el Erian, y el recientemente detenido Mohamed Beltagui.