Un tribunal venezolano formalizó ayer las detenciones que tuvieron lugar el pasado viernes de un ciudadano chileno y dos venezolanos acusados de haber raptado a una niña de apenas siete meses, informó la Fiscalía General. Un tribunal de Puerto Ordaz, ciudad del centro-este venezolano, ordenó prisión para el chileno Ricardo Landeros, de 48 años, y los venezolanos Jaime Maurera (40) y Leomar Barrero (26), acusados de raptar una niña engañando a su madre, una mujer de 26 años no identificada, a la que supuestamente ofrecieron manutención asistida.
La Fiscalía detalló en un comunicado que la pareja de venezolanos se puso en contacto con la madre y lo mantuvo durante dos meses haciéndose pasar por representantes de una asociación sin fines de lucro de ayuda a menores.
Maurera y Barrero, añadió la información del Ministerio Público, lograron que la madre y la menor abordaran un vehículo supuestamente conducido por Landeros con el pretexto de que debían fotografiarlas “para obtener beneficios adicionales por parte de la asociación”.
En el trayecto la madre dejó a la niña al cuidado de Barrero y descendió del vehículo para “firmar un documento exigido por la asociación”, lo que fue supuestamente aprovechado para la huida de los acusados.
La madre denunció el hecho a las autoridades venezolanas y la Guardia Nacional (policía militarizada) detuvo a los supuestos implicados en un puesto de control de carretera del vecino estado Anzoátegui.
Según el diario venezolano El Universal, el coronel de la Guardia, Emigdio Romero Castillo, explicó que Landeros pagaba a Maurera y Barrero por cada niño. “Está escrito que un bebé de 7 meses costaba 70 mil bolívares”.
Según la publicación, el coronel informó que allanaron la casa de Landeros, donde consiguieron documentos legales de ambulatorios, hospitales y el Registro Civil entre otros.
“Esto los lleva a asegurar que se trata de una red que opera en cada una de estas instancias, con funcionarios implicados que cobran una tarifa por la cuota de legalidad con la que revisten a los niños que comercializan en el exterior”, explica el diario venezolano.