
Cancellara demostró sus grandes cualidades como contrarrelojista, pese a que la etapa no era enteramente plana, y completó la crono con un tiempo justo de 51 minutos, aventajando en 37 segundos a otro especialista, el alemán Tony Martin (Omega), campeón del mundo de la especialidad y en 1:24 al italiano Domenico Pozzovivo (AG2r), quien sorprendió al ubicarse tercero.
Nibali, quien fue cuarto en meta, a 1:25 del ganador de etapa, pasa a liderar de nuevo la clasificación general, con una ventaja de 33 segundos sobre el irlandés Nicolas Roche (Saxo) y 46 sobre el español Alejandro Valverde (Movistar).
Valverde podría haber hecho una mejor crono, pero sufrió un pinchazo en el transcurso de la prueba, aunque sobre el final logró mejorar para mantener su posición.
“He salido reforzado”, dijo el murciano tras la prueba, quien admitió haber sufrido un curioso contratiempo, además del pichazo: “Aunque parezca mentira, el mono (traje) me quedaba pequeño y no he podido acoplarme bien a la bicicleta”.
Nibali, que ya ha vestido en cinco jornadas la chaqueta roja de líder, realizó una buena crono pese a que sufrió una picada de avispa en la cara minutos antes de partir.
El hasta ayer líder, el estadounidense Chris Horner (RadioShack) entró en la meta con un tiempo de 53:54 (20º) y quedó ahora tercero de la general (igualado con Valverde), a 46 segundos de Nibali.
Uno de los damnificados de la jornada fue Joaquim “Purito” Rodríguez (Katusha), que marcó un tiempo de 54:01 y está ahora a 2:33 minutos del nuevo líder en la general.
“Ha sido una crono caótica en la que hasta me he quedado sin agua”, lamentó “Purito”.
“He perdido mucho tiempo, pero queda mucha montaña y a ver si los de delante se vienen abajo. Está muy difícil, pero voy a luchar porque llega mi terreno”, añadió.
La etapa corrida ayer era una cronometrada complicada, ya que en los primeros 18 kilómetros la carretera se empinaba hasta coronar el Alto del Moncayo, de tercera categoría, y la segunda parte de la prueba era un peligroso descenso hasta la meta.
Hoy se disputará la 12ª etapa de la Vuelta, de 164,2 kilómetros de recorrido entre Maella y Tarragona, con una única dificultad montañosa, el Alto del Collet (de tercera categoría) en el kilómetro 90, por lo que los velocistas deben aprovechar una de las escasas llegadas en plano para tratar de jugarse la victoria en el embalaje.