A medida que pasan las horas se van sumando nuevos elementos al caso que ha estremecido a la opinión pública de Magallanes, pero también se agregan antecedentes respecto de la vida del abatido himicida Juan Alejandro Ruiz Varas, de 39 años. El hermano de la ex pareja del agresor recordó la relación que estuvo marcada por los celos y malos tratos en contra de Carola Barría Guerrero. A medida que pasan las horas se van sumando nuevos antecedentes y conociendo entretelones del crimen y la brutal agresión que el lunes protagonizó Juan Alejandro Ruiz Varas, de 39 años de edad, en contra de Mario Wolf Blanco, Claudio Sandoval Antilef y su ex pareja Carola Barría Guerrero.
Por ejemplo, que el hombre abatido por personal del GOPE de Carabineros, en marzo acababa de cumplir una condena de cinco años de presidio por el delito de violación, del Tribunal de Porvenir. En febrero de 2008 fue sentenciado, pero la justicia le otorgó el beneficio de la libertad vigilada, condición a través de la cual cumplió la pena.
“Muy fuerte”
Oliver Rammsy Dickinson, el fiscal que por turno fue contactado la noche del lunes por Carabineros, admitió que éste es el caso más impactante que le ha tocado indagar, sobre todo por la dinámica y sucesión de los hechos, que terminan con una persona muerta, otra lesionada grave y una mujer ciega. Y con el autor del crimen y brutal agresión, Juan Alejandro Ruiz Varas, abatido por personal policial.
Una muerte que familiares directos esperaban porque después de ser periciado el teléfono celular del agresor, aparecieron mensajes donde se despedía y amenazaba que enfrentaría a Carabineros a lo “cowboy”, pero que no se entregaría.
El fiscal se entrevistó con la mujer víctima de la agresión, quien atraviesa por momentos tremendamente difíciles y angustiantes. “Ella solamente preguntaba por su situación visual. Y cuando le consultamos dónde fue la agresión, nos respondió que en la casa del agresor (Juan Ruiz), en Costanera del Río Nº 0890, donde le cortó los párpados y le sacó los ojos”.
Admite Rammsy que por el desarrollo de los acontecimientos, con dos muertos y dos personas gravemente lesionadas, “indudablemente que es uno de los casos más fuertes que me ha tocado ver”.
A través de varias diligencias la SIP de Carabineros logró recuperar el teléfono del agresor, “y al revisarlo encontraron mensajes donde le decía a un hermano que no estaba dispuesto a entregarse, pero sí a morir a lo cowboy. Realmente puedo señalar que es un caso fuerte y por la forma de proceder no qué paso realmente por la cabeza de este caballero, con cuatro hijos. Nadie está acostumbrado a este tipo de violencia, tan inusitada y sin ninguna explicación”.
Consultado por las razones que habría tenido el hombre para arremeter de la forma en que lo hizo, el fiscal dijo que a la mujer le achacó una supuesta infidelidad con uno de los lesionados, y que el hijo de ella sería producto de aquella supuesta relación.
Las llamadas telefónicas confirman que Ruiz se alcanzó a despedir de sus hijos y más cercanos. Finalmente murió producto de un impacto de bala disparado por un funcionario del GOPE.
El fiscal avaló el proceder policial y dijo que se ajustó a lo establecido, más aún cuando la persona estaba armada y parapetada. “El personal actuó conforme a lo que correspondía en ese momento”.
Antecedentes
Sobre lo ocurrido el domingo 8 y madrugada del día siguiente, el fiscal recordó que primero lo contactó uno de los cuadrantes para informarle de una persona que, producto de un accidente, falleció (Mario Wolf Blanco) y el autor había emprendido la fuga
“Dispuse que trabajara la SIAT y la SIP de Carabineros, porque hasta ese momento era un cuasidelito de homicidio. Después la SIP me informa que necesitan el apoyo de Labocar porque no se trataría de un simple atropello”.
Recuerda que como las 22 horas le avisan que en calle José Peralta había sido baleada una persona, identificada como Claudio Sandoval y que al parecer tenía relación con el otro accidente, “así que dispuse que fuera Labocar y la SIP. Alrededor de las tres de la mañana se me informa que la primera persona, Mario Wolf, fue baleada en la nuca por un ciudadano que resultó ser Juan Ruiz Barría, el mismo que había disparado a Claudio Sandoval”.
Un hermano de la mujer informó a Carabineros que el agresor se movilizaba en un auto BMW de color rojo, y que andaba con la mujer.
Posteriormente en la casa de Ruiz, en Avenida Costanera, la policía encontró abundante cantidad de sangre en el lavamanos del baño y ropa manchada con el mismo fluido. Además de armamento, como un fusil Mauser, una escopeta Whinchester, un fusil sin marca y una caja con cartuchos calibre 14.
“Posteriormente, en la madrugada, la SIP realizó una ronda por el hospital después de ser informados de un auto rojo BMW. Al momento de periciarlo encontraron una vainilla de 9 milímetros percutada y un gorro pasamontañas manchado con sangre”, comentó el fiscal.
Hallazgo de víctima
Consultado cómo fue encontrada la mujer. El fiscal Oliver Rammsy respondió que en horas de la madrugada Carabineros fue alertado por una vecina que transitaba por las cercanías del hospital, señalando que escuchó a una mujer llorar y pedir auxilio. “La carabinero de turno del centro asistencial fue a verificar esto y encontró un bulto, cerca de la reja, donde había una mujer ensangrentada. Ahí se percató de que no le podía ver los ojos, que se quejaban mucho y que en brazos tenía muy protegida a una guagüita. De ahí la ingresan al hospital y se percatan de que la mujer tenía el rostro bastante desfigurado, con lesiones muy severas y había un lactante, de cortos meses que fue trasladado a Pediatría”.