
El jefe del Kremlin expresó su confianza en que el país árabe acepte la propuesta rusa adelantada la víspera por el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y que recibió ya el respaldo de gran parte de la comunidad internacional.
“Esperamos que nuestros socios sirios, nuestros amigos tomen una decisión responsable. Y que no sólo pongan bajo control sus armas químicas, sino que acepten su posterior destrucción y se sumen a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas”, apuntó.
Putin recordó que “es bien conocido que Siria dispone de un determinado arsenal de armas químicas y que los sirios siempre lo vieron como una alternativa a las armas nucleares de Israel”, asunto que según él abordó con el presidente de EEUU, Barack Obama, durante la cumbre del G20 celebrada la semana pasada en San Petersburgo.
Putin subrayó que ambos acordaron “actualizar este trabajo, intensificarlo y encargar al secretario de Estado (estadounidense, John Kerry) y al ministro de Exteriores ruso que se pongan en contacto y juntos intenten proponer una solución para este problema”.
Por su parte, Lavrov afirmó que Moscú y Damasco ya trabajan en un “plan concreto, claro y eficaz” para poner bajo control internacional las armas químicas sirias.
Lavrov indicó que Rusia está preparada para presentar “próximamente” dicho plan al Consejo Seguridad de la ONU y a la comunidad internacional.
A su vez, durante una conversación telefónica con el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, Lavrov calificó de “inaceptable” la propuesta de resolución que París presentará ante el Consejo de Seguridad y que está basada en el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que alude al uso de la fuerza.
Ésta responsabilizaría abiertamente al régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, del posible uso de armas químicas contra la población civil, según informó la Cancillería rusa.