
“Verdad, justicia y reconciliación es el camino que hemos propuesto para una vida digna y una convivencia humanizante, más que nunca seguimos creyendo en esta vía, más allá de las dificultades que se ponen”, señaló Ezzati.
Asimismo, sostuvo que “no hay futuro sin memoria. El presente brinda la oportunidad de dolernos de nuestros desencuentros y del pasado reciente”.
En ese mismo sentido, el arzobispo de Santiago señaló que “hemos mancomunado iniciativas diversas, a veces contrastantes, para reconstruir la anhelada democracia”.
Además, el presidente de la Conferencia Episcopal, agregó que “hay signos de que nuestro ropaje institucional nos queda estrecho, los ciudadanos piden cambios y reformas profundas”.
“La desigualdad económica y de oportunidades parecen un mal endémico, difícil de corregir”, añadió y citó al Papa Francisco diciendo que “el futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política y hacer una visión humanista de la economía”.
Por otra parte, Ezzati manifestó que es importante no fijar la mirada “en lo propio para presumir ni en lo ajeno para denostar, sino en el bien común que es el mayor bien de la vida en la sociedad”.
Monseñor Ezzati en su homilía dijo, que “leyendo y releyendo la prensa de estos días”, ha visto que se vuelve a juzgar el pasado, pero que es importante “concentrarnos en los temas fundamentales del presente y del futuro con pies de hierro, desde los cuales se pueda seguir creciendo”.
Por eso mismo hizo un llamado a asumir “en conjunto” los temas país como salud, educación, familia y previsión.