El grupo extremista que irrumpió en un centro comercial en la capital de Kenia, Nairobi, continúa manteniendo en su poder a un grupo de rehenes tras causar la muerte de 68 personas desde el mediodía del sábado, informaron ayer las autoridades. En total hay además unos 175 heridos, la mayoría de ellos por disparos o esquirlas de granadas. A la cifra de muertos se añadieron ayer otras nueve víctimas, halladas en un operativo de rescate, informó la Cruz Roja vía Twitter.
Tropas de elite de Kenia ingresaron en las instalaciones comerciales, en las que se estima aún hay una decena de atacantes reteniendo una cifra indeterminada de rehenes.
Entre las víctimas fatales parece estar un sobrino del Presidente del país, Uhuru Kenyatta, y su prometida, mientras que las fuerzas de seguridad consiguieron sacar a 1.000 personas del centro comercial Westgate.
El ex primer ministro Raila Odinga aseguró que las autoridades están en comunicación con los atacantes, que se han identificado como miembros de la milicia somalí Al Shabaab, cercana a Al Qaeda. “Es una operación difícil. Se harán todos los esfuerzos posibles para rescatar a los rehenes”, indicó.
Ya se tiene a los atacantes ubicados, pero la situación sigue siendo “delicada” y se desconoce cuántas personas tienen secuestradas, indicó el ministro del Interior, Joseph Ole Lenku. “Les garantizo a los kenianos que nuestras fuerzas de seguridad tienen la situación bajo control”, indicó a la prensa.
Las fuerzas de seguridad y soldados controlan desde la pasada noche el primero y segundo piso, y al parecer los terroristas se encuentran en el tercero y cuarto, donde tienen encerrados a los rehenes en oficinas comerciales. Ayer murieron dos agentes al tratar de tomar el control del edificio.
El Presidente estadounidense, Barak Obama, ofreció a través de un comunicado emitido por la Casa Blanca ayuda para llevar ante la justicia a los atacantes.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su indignación por el incidente en declaraciones transmitidas en vivo poco después de que el Consejo de Seguridad también destacara que “el terrorismo, en cualquier forma y ejecución, representa uno de los mayores peligros para la paz y la seguridad internacional”.