
Tras finalizar la marcha, en la Plaza de Armas Benjamín Muñoz Gamero, un grupo de jóvenes las emprendió con la Intendencia Regional, a la que lanzaron una serie de “bombas de pintura”, las que además de manchar el frontis del edificio causaron un gran daño, debido a que se trata de un edificio patrimonial, por lo que no se podía volver a pintar de un día para otro.
Radonich destacó que los propios vecinos le hicieron ver que un lugar tan emblemático como la intendencia no podía estar dañado, esperando que una vez que esté completamente reparada no sea nuevamente rayada.
“Espero que la gente respete un símbolo de toda la ciudad, más allá de la molestia con alguna autoridad o con el Gobierno de turno, esto representa a todos los magallánicos, entonces espero y quiero hacer un llamado a que una vez que lo restauremos, que se pinte y quede hermoso, como siempre, tengamos un comportamiento adecuado. Yo no recuerdo en los peores momentos del Gobierno Militar un atentado con pintura ante el edificio de todos, y confío que nunca más vamos a tener este espectáculo, que es triste, porque una bolsa de pintura no cambia nada, pero sí genera un malestar para todos”, afirmó la máxima autoridad regional.