
Inicialmente, se había acordado que fuese una declaración simple -a un precio de $ 500- el documento a aplicar para este trámite, tanto para quienes formalizan su intención de no donar, como para aquellos que, por error, han quedado inscritos en el registro, que desde 2010 a la fecha contabiliza un total de 3,8 millones de personas que no desean entregar sus órganos para trasplantes.