Al menos 44 personas murieron ayer y 155 resultaron heridas en una nueva ola de atentados con explosivos en Irak, en su mayoría en zonas de Bagdad de predominio chií. El atentado más mortífero se produjo en el distrito de Al Kazemiya, en el norte de la capital, donde diez personas fallecieron y 24 resultaron heridas por el estallido de dos vehículos cargados con explosivos.
Mientras, en Ciudad Sadr, en el este del país, al menos siete personas murieron y quince resultaron heridas en un ataque contra un mercado de frutas y verduras.
Tres vehículos con explosivos estallaron también en el área de Shab, en el noreste del país, y causaron cinco muertos y treinta heridos.
Atentados similares ocurrieron en las zonas de mayoría chií de Baladiya (este), Nuevo Bagdad (sur), Saba al Bur (norte), Ur (este), Shoala (noroeste) y Al Bayaa (suroeste), donde murieron al menos 14 personas y 51 resultaron heridas.
Asimismo, dos distritos de predominio suní fueron objetivo de los terroristas: el de Al Yamaa (oeste) y Gazaliya, donde fallecieron al menos cuatro personas y veintidós sufrieron heridas.