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“Las política monetarias y fiscales parecen ser mejores en las economías más resistentes hasta el punto de que la inflación es significativamente menor y la política fiscal es más contracíclica”, explicó en una rueda de prensa John Simon, uno de los autores del informe, que incluye junto a Chile en el capítulo de economías ejemplares a la República Checa y Malasia.
En estos países, agregó el informe, “a medida que los flujos de capital internacional se secaron, los residentes domésticos los reemplazaron recurriendo a sus propios activos extranjeros” y este patrón fue un “elemento clave” de su resistencia a las fluctuaciones de los flujos de capital extranjeros.
La renovada volatilidad mostrada recientemente por estos flujos “de dinero caliente” en las economías emergentes ha renovado la preocupación sobre sus consecuencias en estas economías.
Por ello, los técnicos del organismo internacional subrayan que la efectividad de las políticas de estos países se debe a un a“combinación” de una determinada serie de medidas, que también incluye una mejor calidad de las instituciones de supervisión.
Asimismo, reconoce la validez de la intervención del sector público para “suavizar las fluctuaciones” o “encarar temporales excesos en el equilibrio” del tipo de cambio, tal y como hicieron en los pasados años los bancos centrales de Chile y Malasia.
El FMI publicará la próxima semana, antes de su reunión anual conjunta con el Banco Mundial, sus nuevos pronósticos para la economía mundial. En su última revisión de la economía chilena, en julio, cifró el crecimiento del país para 2013 en un 4,6 %.