El Papa Francisco expresó ayer que la Iglesia, que es santa, no rechaza a los pecadores, entre los que hay hombres y mujeres, así como también cardenales y pontífices. “Cristo amó a la Iglesia y dio su vida por ella, para hacerla santa”, explicó Francisco ante los miles de fieles que acudieron a la audiencia de los miércoles. El Papa se refirió a los interrogantes que surgen cuando se piensa en las “dificultades, problemas y momentos oscuros” que ha atravesado la Iglesia a lo largo de los siglos. Ante preguntas, que él mismo efectuó, sobre “¿cómo puede ser santa una Iglesia hecha de seres humanos, de pecadores?”, Francisco respondió que es santa porque “procede de Dios”.