
La querella criminal es “por cuasidelito de homicidio, en contra de todas las personas que resulten responsables”, de lo acontecido con el deceso de Camila Paz, sepultada recién el 24 de septiembre, luego de que la familia tuviera que esperar seis días para que le practicaran la autopsia.
Querella
La querellante narra en la presentación que su hija Camila nació el 17 de septiembre, aproximadamente a las 19:40 horas, en perfectas condiciones de salud, “sin ningún tipo de anomalía orgánica, pesando 3,510 kilos y midiendo 50 centímetros”.
Al día siguiente, “a las 15 horas, me visitó el doctor Gustavo Pizarro, quien me explicó que había que hacerle a mi hija un tratamiento por presentar bacterias de sífilis, con penicilina sódica, para lo cual se la llevó a la unidad de Neonatología”.
Luego, “a las 17.00 horas fui desde la pieza en que estaba, hasta la unidad de Neonatología para darle pecho a Camila Paz. La matrona, Soledad Villarroel, me señaló que aprovecharía el momento de amamantamiento para ponerle la penicilina sódica a la niña, tras lo cual procedió a inyectarla usando una mariposa que ya tenía inserta en su muñeca izquierda, momento en que mi hija comenzó a dar muestras de gran dolor. Luego comenzó a presentar grandes manchas en la piel, de color morado, por todo el cuerpo, para casi de inmediato sufrir un paro cardiorrespiratorio, falleciendo frente a mis ojos”.
Relata la afectada, que “la matrona se puso muy nerviosa y llamó a un grupo de personas, que supongo eran enfermeras o médicos, los cuales intentaron maniobras de reanimación, dándole masajes cardiacos primero, inyectándole varias dosis de adrenalina y administrándole descargas eléctricas, nada de lo cual tuvo resultado. En algún momento la matrona dejó el grupo y se alejó llorando por un pasillo”.
Según la querellante, “la muerte de mi hija fue causada por dos factores: en lugar de inyectarle penicilina sódica como estaba dispuesto por el médico, la matrona le inyectó penicilina con benzatina, en formulación para adultos. Y la penicilina con benzatina debe ser administrada vía intramuscular, pero fue inyectada vía endovenosa”.
Denisse Sánchez plantea esto como una negligencia, “debido a que la matrona no revisó la etiqueta del envase que contenía la sustancia que inyectó”.
Su madre, Lorena Villarroel, pidió las explicaciones respectivas, recibiendo como justificación de la muerte de Camila Paz, “que habría experimentado una muerte súbita, ya que había nacido con una malformación en el corazón, lo que no es efectivo”.
El error existió
La abuela intuyó una muerte por intoxicación medicinal. El médico insistió en su versión y le dijo que “cualquier duda la resolvería una autopsia, pero que ella sólo se podría realizar el día lunes (23), porque no había personal en el Servicio Médico Legal. Esto tampoco era efectivo”.
En una reunión posterior, a su madre “le reconocieron que había existido el error de inyectar penicilina con benzatina por vía endovenosa, aduciendo que en la etiqueta de la ampolla inyectada la palabra benzatina no era muy visible, añadiendo además que estaban investigando por qué ese material estaba en la unidad de Neonatología, ya que ello sería un grave error”.
El abogado patrocinante de la querella solicita que se cumplan varias diligencias, entre ellas que se decrete una orden amplia de investigar a la Policía de Investigaciones; y pide que citen a declarar al director y subdirector del hospital, más el personal médico que tomó parte en el procedimiento.
Igualmente que se tome un registro fotográfico detallado de la ampolla que se le inyectó a Camila Paz. Y que se adjunte copia del sumario interno conducido por el hospital clínico respecto de estos hechos.