
En total fueron 1.794 botellas, distribuidas en 294 cajas, lo que se avaluó en poco más de un millón y medio de pesos.
Devolución
Sin embargo, ayer, Carabineros debió reingresar las cajas de sidra decomisadas, puesto que el procedimiento no habría estado dentro de la normativa legal, toda vez que para el ingreso o salida de mercadería del recinto franco es el servicio de Aduanas el que debe visar este procedimiento.
El día de la incautación, el capitán Álvaro Muñoz, subcomisario de Carabineros, detalló que “al ser revisadas todas estas botellas, y constatar que todas presentaban grados alcohólicos, de inmediato se requirió la patente de alcoholes del local. En esos momentos, las personas que atendían indicaron que no mantenían la patente y por este motivo se procedió al decomiso de la totalidad de la sidra”.
“La Ley de Alcoholes 19.925 no distingue el régimen franco respecto del de extensión, por lo tanto las normas y exigencias son exactamente las mismas, y debe cumplir tanto con la ley como con la ordenanza municipal que está dispuesta para estos efectos”, aseguró el jefe de Patentes del municipio.
Barría añadió que “en el caso de determinarse que hay un establecimiento que no cuenta con la patente de alcoholes y se encuentra vendiendo, ya sea al por menor o mayor, está sujeta a la fiscalización tanto de Carabineros como de inspectores municipales y se puede determinar el decomiso de los productos de manera inmediata”.
Por tanto en este caso, si es que efectivamente el local no contaba con patente para vender bebidas alcohólicas, efectivamente estaba infringiendo la ley. El problema en esta situación -explicó- se presenta por la salida de la mercadería del recinto franco sin la debida visación de Aduanas.