
La síntesis del viaje todos a la Moneda es la de un país unido por problemas y demandas insatisfechas. Desde Arica a Punta Arenas, los inconvenientes ambientales y sociales son los mismos y la gente se está organizando en asambleas ciudadanas. Muchos que no votaban están despertando y exigiendo… La experiencia es sorprendente y la generosidad de las personas mucho más.
Así lo cuentan todos quienes integran la Coordinadora Ciudadana Tod@s a la Moneda Magallanes. Ajenos a partidos políticos, un día uno convocó a otro, a través de Facebook y 14 personas llegaron a la plaza de Punta Arenas, en el corazón del invierno. “Era un día frío, cuando varios desconocidos asumieron el desafío de trabajar por una candidatura que devolviera la dignidad y expresara cambios reales para el Chile de hoy. Desde entonces se empezó a sumar más gente”, explica Mauro Barrientos, vocero de la Coordinadora Ciudadana Tod@s a la Moneda Magallanes.
La organización no se rige por partidos políticos y los participantes expresan con acción su participación. Al punto que la suma de peñas y otros actos permitió comprar los pasajes del candidato, hacer afiches y algunos lienzos. Todos los fines de semana un grupo dio a conocer las ideas del candidato en distintas ferias populares de la ciudad, como la de Alfredo Lorca. Ahí, en el cara a cara, el diálogo triunfó por sobre el marketing.
Una de las máximas del movimiento es que más allá del voto, lo importante es que la gente se informe y conozca la visión y propuesta de un candidato marginado por los medios de comunicación.
Algunas frases de Marcel
¿Por qué está bien que con nuestros impuestos se financien millonarios gastos militares, instrumentos de muerte, y no es bueno que se invierta en la educación de los jóvenes, que es vida, creación y bienestar?
En Chile se gasta 10 veces más en armas que en educación superior.
El lucro no es bueno para la vida, no es bueno para la justicia, no es bueno para crear mundos más solidarios construidos sobre el placer de la hermandad, sobre el gozo del compartir, sobre la belleza de vivir, bajo el signo del respeto entre los seres humanos y entre todos los seres vivos, y en armonía con la madre tierra.
El lucro se alimenta de muerte, los mares arrasados, los bosques depredados, las aguas contaminadas, son el espejo moribundo de la vida ante la supremacía de la obsesión por el oro. El lucro se nutre de la vida triste de los hombres, de la frustración y de la infelicidad que provocan la creciente injusticia. Esta desigualdad brutal que no para de crecer, como un cáncer y una maldición.
Nos están usurpando el futuro, nos están enfermando la tierra, nos están arruinando la vida, nos están negando el derecho a ser un pueblo desarrollado, un pueblo feliz que mira con esperanza el futuro de sus hijos.