El segundo involucrado en los hechos podría ser condenado a tres años de régimen semi cerrado, por su participación en el robo en calidad de cómplice. Cinco años de régimen cerrado con programa de reinserción social, esto es prisión efectiva, solicita el fiscal Eugenio Campos para R.S.L.A., uno de los dos menores de edad involucrados en el asalto al punto Copec, de la estación de servicio ubicada en Avenida Bulnes esquina José González, perpetrado la madrugada del 13 de agosto.

Para el otro adolescente que participó en el robo, iniciales V.J.A.M., el fiscal solicita que lo sancionen con tres años de régimen semi cerrado (equivalente a la reclusión nocturna), con programa de reinserción social.

El menor R.S.L.A se encuentra cumpliendo internación provisoria (similar a la prisión preventiva) en el Centro Aoniken, ubicado en Río de Los Ciervos, después de ser formalizado por el delito de robo con intimidación.

Eugenio Campos dio por cerrada la investigación criminal y presentó acusación en contra de los imputados. Al primero le atribuye la calidad de autor y al segundo de cómplice.

La mujer que atendía la madrugada del 13 de agosto el Punto Copec quedó traumada con el asalto.

Cuando se encontraba al interior del local comercial, ubicado en el servicentro, en compañía de una compañera de trabajo, ingresaron los menores de edad. Primero simularon ser clientes del local.

Luego solicitaron una cajetilla de cigarrillos, con el propósito de lograr distracción en su actuar ilícito, para luego de ello; y, en forma sorpresiva uno de los imputados, que portaba un cuchillo en una de sus manos, se dirigió hasta el lugar donde estaba la caja recaudadora y a punta de malos tratos, de obra y palabra, intimidó con el arma blanca a la afectada, insultándola y bajo amenazas exigió, “la entrega de dinero al tiro”.

Tomó las llaves y abrió la caja para sustraer el dinero efectivo que se encontraba en su interior, lo que ascendió a una suma aproximada de cien mil pesos.

El acusado V.J.A.M procedió a salir del local comercial, quedándose en las afueras con el propósito de advertir cualquier molestia a su compañero de fechoría, “con la intención de evitar que terceros fueran en auxilio de la afectada”, y de alertar a su compañero por si alguien ingresaba, describe el fiscal en la acusación.

Una vez cometido el delito, ambos imputados huyeron del lugar, corriendo en la vía pública, y procedieron a dirigirse y huir hasta el interior de un recinto deportivo existente en las cercanías del lugar, posteriormente se repartieron el botín, de acuerdo a lo que logró establecer la investigación policial.

A juicio del fiscal, en perjuicio de ambos acusados se da la agravante de: “ser dos o más los malhechores”. Y respecto del menor, R.S.L.A., se añade la agravante de “haber sido condenado el culpable anteriormente por delito de la misma especie”.