
En la ocasión, el jefe de Estado enfatizó en el compromiso adquirido ante la comunidad internacional de poner a disposición sus armas de destrucción masiva, precisamente en manos de la organización OPCW, recientemente galardonaba con el Nobel de la Paz por su contribución en este proceso.
Junto con ello, recordó que Siria suspendió la producción de este todo de armamento en 1997 y citó su uso como un “último recurso” en caso de que el “enemigo” recurra a bombas nucleares.
A jucio del Mandatario, el efecto de las armas químicas es principalmente “psicológico”, entre otras razones porque considera que existen equipos más eficaces.