
La Policía norirlandesa (PSNI) confirmó ayer que ha “iniciado preparativos” para investigar el asesinato de 14 manifestantes a manos del Ejército británico en 1972 en la ciudad de Derry, en el llamado “Domingo Sangriento”. Como consecuencia, una veintena de soldados retirados podrían ser detenidos y acusados por aquella atrocidad, motivo por el que el Ministerio de Defensa británico ha comenzado a estudiar su situación legal ante este proceso, según adelantó el Sunday Times. En un comunicado, un portavoz de la PSNI explicó que las autoridades han “comenzado el trabajo preliminar” para “la que será una larga y compleja investigación sobre los eventos del 30 de enero de 1972”.