Por 20 votos a favor y 18 en contra la Cámara Alta aprobó el 17 de abril pasado el tercer capítulo de la acusación constitucional presentada por la oposición contra el ex ministro de Educación. Tras oscuras negociaciones el voto de Carlos Bianchi fue decisivo, quien para acaparar protagonismo votó en último lugar. Seis meses se cumplieron de la destitución del ministro de Educación Harald Beyer, acaecida el 17 de abril pasado, cuando por 20 votos a favor y 18 en contra, el Senado aprobó el tercer capítulo de la acusación constitucional presentada por la oposición en su contra.
Los días previos y el mismo día de la votación se produjeron oscuras negociaciones para acaparar votos, en las que se vio involucrado el senador Carlos Bianchi, quien tras realizar un show mediático interminable en la Cámara Alta, esperó ser el último en votar y de esta manera terminar con el proyecto que tenía el secretario de Estado para mejorar la educación de Chile.
El 17 de abril, luego de una intensa jornada, que se extendió por más de 10 horas, los senadores votaron por separado los tres capítulos de la acusación presentada contra el secretario de Estado, voto que fundamentaron los 38 senadores por espacio de 15 minutos cada uno.
Carlos Bianchi inició su intervención previa recalcando que su voto sería decisivo en el rechazo o aprobación de la acusación.
En la Concertación, en tanto, votó en contra de la acusación el senador de la Democracia Cristiana (DC) Patricio Walker. En su intervención, señaló que “por no haber llegado a la convicción” que el ministro infringió las normas que se le imputaban.
“En la vida voy de frente y un fin valioso nunca debe justificar medios discutibles”, sostuvo Walker antes de votar en contra de destituir a Beyer, en una argumentación que dio suspenso a la jornada porque quitaba a la oposición la mayoría que necesitaba para sostener la iniciativa. El quórum para aprobar la acusación era de 20 votos en positivo, como aclaró el presidente del Senado, Jorge Pizarro, antes de que se contabilizaran los sufragios.
En contra de la acusación votaron también los senadores de Renovación Nacional (RN) y de la Unión Demócrata Independiente (UDI), además del senador independiente Carlos Cantero.
A favor de la acusación en tanto votaron los senadores de la Concertación, exceptuando a Walker, y el senador del MAS Alejandro Navarro.
El primer capítulo de la acusación en que se le imputaba la infracción al principio de probidad, fue rechazado por 13 votos a favor y 25 en contra.
El segundo capítulo de la acusación que se refería a la falta de control jerárquico ejercido por el ministro de Estado, fue rechazado por 10 votos a favor y 28 en contra.
En tanto, el tercer capítulo referido a la negativa del ministro Beyer de investigar y sancionar a las universidades privadas que desarrollaron actividades lucrativas, en contravención a la ley fue aprobado por 20 votos a favor y 18 en contra.
Negociaciones
El almuerzo del día anterior de senadores DC fue el momento escogido por Patricio Walker para notificar de forma oficial a sus pares que rechazaría la acusación constitucional en contra en ese momento suspendido ministro de Educación, Harald Beyer. El legislador por Aysén esgrimió una “profunda convicción jurídica” para defender su postura.
De la misma forma, los restantes ocho parlamentarios de la colectividad -incluido Hosaín Sabag, que también había manifestado dudas sobre el texto- confirmaron su respaldo al tercer capítulo del libelo acusatorio, referido a que el ahora destituido secretario de Estado no ejecutó las leyes para fiscalizar el lucro en la Educación.
El senador por Aysén mantuvo su decisión en completa reserva hasta las 15 horas. El anuncio a sus pares puso en duda la -hasta ese momento- casi segura destitución de Beyer.
Ante ese escenario, los DC, en especial Andrés Zaldívar, le reiteraron a los dirigentes del oficialismo la oferta de la colectividad de bajar la acusación si Beyer renunciaba.
En paralelo, varios diputados DC -como Ricardo Rincón y Fuad Chahín- e incluso el presidente de la Feuc, Diego Vela, se acercaron a Walker para intentar revertir su decisión. Los esfuerzos fueron infructuosos.
Minutos después, el Gobierno -al tanto de la decisión del senador por Aysén- notificó a la oposición que Beyer no dejaría su cargo. Lo anterior, según los cálculos de La Moneda con el senador Carlos Bianchi dentro del grupo de senadores que rechazaría el libelo.
Sin embargo, los planes de Bianchi eran distintos. Aunque le correspondía pronunciarse sobre la acusación casi al comienzo de la sesión -las intervenciones son en orden alfabético- optó por ausentarse de la sala y hablar en último lugar. Eso le permitió darle más notoriedad a su discurso. Incluso aludió al peso que sentía al definir la suerte de Beyer. Algo parecido a lo que planteó cuando cinco años atrás respaldó la acusación que destituyó a Yasna Provoste. “No me corresponde transformarme en el salvador de un gobierno” o en parte de una supuesta “nueva mayoría”, dijo en esa oportunidad.
Y aunque sostuvo extensas conversaciones con los ministros Andrés Chadwick y Cristián Larroulet, optó por apoyar el libelo.
En el oficialismo aseguraron que la decisión de Bianchi obedeció a que pretende ser reelegido y que teme por la fuerte competencia del diputado independiente Miodrag Marinovic, quien rechazó la acusación cuando se votó en la Cámara.
Entre las oscuras negociaciones igualmente Bianchi sostuvo una conversación telefónica la noche anterior con el ex presidente de la FECH Gabriel Boric.
Al término de la sesión, representantes del oficialismo increparon duramente al senador Bianchi..
Críticas a Bianchi
Tras la votación de Bianchi fueron múltiples las críticas hacia su persona y su “independencia”, cuestionándosele las negociaciones realizadas.
El propio Beyer sostuvo que le parecieron “insólitas” las declaraciones del parlamentario. “Es el mejor ejemplo de la demagogia que se ha instalado en el Congreso. Yo esperaba que analizara los antecedentes en su propio mérito, pero esta gran demanda para que yo renuncie en el último instante, me parece que es no tener aprecio a la institución que él representa”, dijo.
En contraposición, el ex secretario de Estado valoró el voto del DC Patricio Walker, señalando que vio en sus planteamientos “altura de miras”.
“Rescato el voto del senador Walker porque si uno lee su discurso, él contrasta los antecedentes entregados con los argumentos de la defensa y llega a la convicción de que no puede haber una acusación constitucional en este caso. Eso me parece una conclusión relativamente fácil a la que uno podría haber llegado mirando los argumentos”, dijo Beyer.
“Yo creo que vi en Patricio Walker, y no es la primera vez que lo hace, mucha altura de miras en sus planteamientos, en cambio en el caso de Carlos Bianchi lo que vi fue una arenga, una declaración totalmente demagógica. No citó en ningún momento ni la acusación ni la defensa, por lo tanto la verdad es que él no hizo el trabajo que debería hacer un senador que era ponderar los antecedentes. Fue menos que poco diligente”, sentenció Beyer.
Tras conocerse el resultado de la votación en el Senado y la posterior destitución de Harald Beyer como ministro de Educación, el ex miembro del Gobierno se refirió a su salida como un triunfo de “la peor cara de la política”.
“Quiero que los acusadores den la cara, porque esta acusación quedará en la historia como una acusación injusta”, declaró rodeado de parlamentarios y de una afectada ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez.
“Lo que hubo fue una operación política que le hace mal a la educación”, continúo Beyer, anunciando que no dejará de lado la laboral en la materia en la que se desempeñó como ministro: “Voy a seguir trabajando por la educación”, dijo, afirmación que a la fecha cumple con creces.
Con voz quebrantada aseguró que no existió disposición de la oposición de acoger los argumentos de su defensa, los cuales mostraron “claramente” los errores del libelo en su contra. “La oposición decidió votar en contra de este ministro”, declaró al respecto.
Respecto al proceso al que fue sometido, indicó a éste como una medida que “no corresponde” y que los ministros no deberían ser evaluados políticamente en el Congreso, ya que considera que el resultado de este proceso acusatorio mostró que en “Chile hay incapacidad de deliberar en temas como la educación”.
Proyecto educacional
Beyer es ingeniero comercial de la Universidad de Chile y experto en Educación, siendo coordinador de educación en los grupos Tantauco antes de ser ministro, desempeñándose también como subdirector del Centro de Estudios Públicos.
Su experiencia en el área educacional, la que había traspasado en el Gobierno anterior de Michelle Bachelet, igualmente, hicieron que su destitución sea muy lamentada, principalmente por su forma de trabajar y el proyecto que pretendía desarrollar para mejorar la educación en Chile.
“Hay que construir una educación de calidad, más equitativa, e invitar a todos los sectores a ello”, expresó Beyer mientras desempeñaba su cargo, quien dijo que las puertas siempre iban a estar abiertas para los estudiantes. “Tenemos que construir entre todos un sistema educacional más equitativo, donde los aprendizajes de los estudiantes sean los mayores posibles y donde las oportunidades sean las mayores posibles”, dijo.
Por estos motivos para el ex seremi y actual superintendente de Educación, Raúl Muñoz, “fue bastante lamentable lo que ocurrió. Fue uno de los mejores ministros que ha tenido este país, que es reconocido por todos los sectores políticos, por lo tanto lo que ocurrió fue lamentable”.
Agregó que “siempre su énfasis fue cómo mejorar la calidad de la educación, siempre enfatizó en la pre escolaridad, siempre nos dijo que los fondos tienen que apuntar a la primera infancia y esa es la única manera de que este país pueda mejorar la calidad de la educación, así que eso se le reconoce”, señaló, recordando que Beyer participó del Gobierno de Michelle Bachelet, “donde creó casi todas las nuevas institucionalidades del área educacional”.