La violencia se desató alrededor de las 13.30 horas al interior del local “Bellavista”, ubicado en la intersección de las calles Errázuriz con Chiloé. En el lugar, un grupo de hinchas molesto por la suspensión del partido, que veían por televisión, comenzó a arrojar los vasos al suelo y contra la pared. En medio del desorden, los administradores del establecimiento y algunos clientes intentaron poner paños fríos a la situación. Sin embargo, aquello fue peor. “Estábamos con mi cuñado e intentamos que se calmaran, pero uno de estos hinchas sacó del bolsillo de su pantalón una cortaplumas tipo mariposa, intentando agredir a mi cuñado en una pierna. Afortunadamente logramos evitarlo; incluso algunos clientes también intervinieron en favor nuestro, pero fue tanto el descontrol que hasta mi hermana, embarazada de seis meses, recibió una patada”, señala uno de los locatarios.
Agregó que los airados hinchas salieron del local, momento en que los afectados aprovecharon para cerrar las puertas. No obstante, la violencia se instaló en las afueras, con golpes y piedras contra los vidrios del establecimiento.
T.B.V. fue quien se llevó la peor parte. El hombre recordó que “todo comenzó cuando uno de los hinchas quebró un vaso y le fui a pedir que no continuara. Como respuesta vinieron insultos y golpes. Afuera del local siguieron con la violencia, obligando a un grupo de buenos clientes a permanecer adentro, mientras otros prefirieron escapar por la parte de la cocina”.
Agregaron que a la llegada de Carabineros los autores de las lesiones y daños ya habían abandonado el sector, pero que –de acuerdo con la información que se maneja- estarían identificados.
Los daños en el local fueron estimados en cerca de 100 mil pesos aproximadamente.