
Para Walesa, la persona y obra del primer Papa polaco de la historia son “demasiado ricas” para reducirlas a un momento, pero considera que sus palabras tuvieron una “fuerza particular”.
El ex Presidente polaco recordó que en los primeros años de la posguerra los polacos buscaron “resistir con las armas sin ningún efecto” y que en ese momento, cuando entendieron que el único camino para luchar contra el comunismo “era el de la paz y el diálogo”, llegó, “enviado del cielo, un Papa polaco”.
“Un Papa que apoyaría y sostendría este camino y búsqueda de cambios desde la misión encomendada al sindicato Solidaridad, recordándonos siempre que no puede haber libertad sin solidaridad”, añadió.