
A las 21.45 horas, y mientras la noche se dejaba caer, las dudas se disiparon. Los restos de Ruth aparecieron, tal como aseguró haberlos dejado su esposo Héctor Briones Gatica, autor confeso del homicidio. Estaban cubiertos con bolsas y géneros (probablemente una sábana y una frazada). La escena estremecía.
El caso, ahora cerrado en lo policial, inicia a partir de hoy su etapa judicial, donde se deberá controlar la detención, formalizar, dictar las medidas cautelares y fijar un plazo por el cierre de la investigación.