
Hoy, este último escenario parece poco factible, aseguran empresarios del sector. Y ya existen cálculos del impacto que tuvo este problema a nivel global. “Nunca se puede decir ‘nunca’ en el valle de Casablanca, hablando de heladas. Pero no avizoramos algo parecido en los próximos días”, sostiene Pablo Morandé, director de Viña Morandé, que tiene presencia en la zona con las variedades chardonnay y pinot noir.
Según sus cálculos, se vio afectado el 62% de las 6.200 hectáreas plantadas en la zona, considerando todas las variedades. “Estimaciones actuales señalan que eso se traducirá en una pérdida aproximada del 50% de la producción total del valle. Obviamente que el principal afectado es el chardonnay y luego el pinot noir”, detalla. Si se mira el panorama por variedad, el daño afecta a 90% de las 2.500 hectáreas de chardonnay; 25% de las 2.100 hectáreas de sauvignon blanc, y 80% de las 1.000 hectáreas de pinot noir.
“El valle esperaba del orden de 75 millones de kilos y ahora cosecharemos aproximadamente 35 millones”, sostiene Morandé, quien calcula una pérdida de entre US$ 20 millones y
US$ 25 millones en total. “Para la temporada 2015, ésta puede llegar a
US$ 5 millones u US$ 8 millones, por falta de madera de poda”, agrega.