
Al menos siete personas murieron ayer en Irak víctimas de la violencia que azota al país, decesos que ocurrieron principalmente en la ciudad de Mosul, al norte del país, según reportaron fuentes médicas y de seguridad. En uno de los ataques, un kamikaze se hizo estallar en un centro de reclutamiento del ejército en Mosul, matando a dos personas y dejando siete heridos, mientras que en otro, un atentado en un conocido restaurante de esta ciudad -de mayoría sunita- dejó dos muertos y decenas de heridos. Además, otras dos personas murieron baleadas en la ciudad, indicaron estas mismas fuentes, mientras que en Bagdad, una funcionaria fue asesinada por hombres armados. Los ataques se han multiplicado en Irak en los últimos meses.